Una fuente escultural del artista canario Luis Arencibia Betancor, adquirida con fondos públicos por el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane en el año 2010, se encuentra almacenada en un taller municipal, cuando su destino tenía que haber sido embellecer el "corazón" del casco urbano.

El grupo de gobierno en aquella época decidió que había que sustituir a la "Cabeza guanche que mira al sol", de Fernando Bellver, que fue instalada en 2001 en la intersección de las avenidas Enrique Mederos y Doctor Fleming. No es, para qué engañarse, una figura que agrade a la ciudadanía, al menos en aquel momento, e incluso ya en una legislatura anterior se había tomado el acuerdo de trasladarla, tras una inversión para su compra "de solo ocho millones de pesetas", llegó a subrayar el exalcalde Juan Ramón Hernández Gómez.

Se optó entonces por encargar la nueva escultura, que se fundamenta en dos símbolos iconográficos característicos de La Palma: la graja y los grabados prehispánicos. El presupuesto que inicialmente se trasladó a los medios de comunicación para tal fin fue de 18.000 euros, a los que sumar otros 18.000 por el coste de traslado de la "cabeza guanche". Se construyó incluso una base de hormigón para colocar la obra de Fernando Bellver en el barrio de Argual, estructura que aún hoy se mantiene en pie, pero los vecinos del lugar tampoco quisieron allí la obra al considerarla poco atractiva, por lo que el gobierno municipal tuvo que cambiar de idea para apostar entonces por situarla cerca de la estación de guaguas. Donde no "molestara" a nadie.

El artista de la nueva obra, responsable a su vez del Museo de Escultura Pública de Leganés (Madrid), aglutinó en la fuente rasgos de la historia aborigen y de fauna endémica. En lo que se refiere al trabajo en altorrelieve, "en el perímetro del vaso, ejecuta grabados de diferentes yacimientos de la Isla intentando dejar huella, a la vez que recordatorio, del pueblo benahoarita", según se informó en su momento.

La obra de belleza discutible, aunque como en todo el gusto es relativo, se pagó con fondos públicos, pero nunca más se supo de ella. Ni hubo traslado del "guanche" ni instalación de las "grajas". Entonces, ¿Qué ocurrió? La fuente escultural se abandonó en un terreno privado, en concreto donde se ubicaba hace unos años la antigua "Michelín". Al cerrar el negocio, allá por finales de 2011, se avisó al ayuntamiento de que "en el solar hay una escultura abandonada que es municipal, para ver si la pueden venir a buscar...". Sí, era la obra de Luis Arencibia Betancor. Pagada, eso sí, con el dinero de todos. Una curiosidad: el mismo espacio fue alquilado meses después por el ayuntamiento llanense, arrendamiento que aún hoy sigue en vigor.

Operarios se desplazaron al lugar y comprobaron que efectivamente la fuente era del ayuntamiento, por lo que optaron por trasladarla al taller municipal, donde aún hoy se encuentra abandonada. O, si se prefiere, almacenada.

Para completar el devenir de esta obra, hay que destacar que en una sesión plenaria celebrada recientemente, un vecino de Los Llanos se acordó de la fuente y aprovechó el apartado de ruegos y preguntas, abierto ahora a los planteamientos del público asistente, para cuestionar a la alcaldesa por "las grajas". Noelia García comentó cómo se encuentra la escultura y llegó a situar en 50.000 euros el coste real de la obra, aunque la realidad es que hubiera sido una pregunta más adecuada para sus antecesores (en masculino) en el cargo.