El PP no ha querido tener dos personas ni siquiera una más de confianza. ¿Raro?, mucho. Lleva meses negociando con la oposición la posibilidad de incrementar sus eventuales, sumar apoyos al único de que dispone desde principio de legislatura, y sin embargo ayer, en el momento justo, decidió por sorpresa abstenerse en sesión plenaria de su propia propuesta.
Los populares gobiernan en minoría, es decir, dependen de que algún concejal de Coalición Canaria, el Partido Socialista o Izquierda Unida se una a sus tesis para sacar adelante los temas que llevan a Pleno. Eso ocurre en situaciones normales: cuando van todos los ediles. Pero ayer, precisamente ayer, el PP gozaba de mayoría absoluta. Al PSOE le faltó un representante, Mauricio Pérez, y a CC otro, Adelto Concepción, por lo que la alcaldesa, Noelia García, y sus compañeros de gestión tenían en sus manos, en bandeja, la posibilidad de completar su equipo de asesores: uno para la Alcaldía, otro para Servicios Sociales e incluso otro para apoyar Obras.
Es más, la oposición criticó antes de saber el voto del PP que la moción se llevara a pleno cuando ya se sabía que iban a faltar ediles. “¿Hubiera traído esta propuesta a la sesión con todos los concejales?”, se preguntó desde IUC, PSOE y CC. Aventuraban abiertamente que los populares iban a aprovechar las ausencias para sacar adelante su propuesta. Lo tenían tan claro que se la “jugaron” en su exposición. Y, por otro lado, parecía hasta lógico. Pero no. Al contrario, Noelia García dejó claro que “no nos vamos a aprovechar de la falta de concejales. Sabemos el sentir del pleno y nos vamos a abstener”. Silencio… Luego cada uno y una intentó dar para detrás como pudo, de aquella manera, aunque en este caso la alcaldesa y su grupo sorprendió con su decisión, aunque recordando que Coalición Canaria llegó a tener diez ediles con dedicación exclusiva y cinco asesores, además de hacer mención al sueldo que en su momento tuvo la portavoz socialista, Amparo Martín, y que ahora cuestiona estando en la oposición.
Esta iniciativa ya había sido debatida en una anterior sesión. En aquella ocasión, los populares defendieron la necesidad de contar con un equipo de trabajo mayor. Eso sí, sin incrementar el coste para las arcas públicas. El senador por La Palma, Mariano Hernández, había renunciado a su sueldo como concejal, aunque en la práctica, en el trabajo diario, sigue asumiendo un peso considerable en el ejecutivo municipal, y ese dinero, justo sus emolumentos, eran los que el PP quería destinar para dos asesores que a la postre iban a ser mileuristas. El ejecutivo aridanense llegó incluso a rebajar a uno sus pretensiones iniciales de asesores, lo que hizo a la oposición dudar y que el tema quedara aquella vez sobre la mesa. Ayer el discurso fue otro.