El grupo de gobierno en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, formado por el Partido Socialista y Coalición Canaria, ha decidido retirar la ordenanza que iba a regular la ocupación de la vía pública principalmente por terrazas, analizada hasta en tres ocasiones por la comisión municipal de Urbanismo, y formar un grupo de trabajo en la que estarán presentes los propios afectados; es decir, los bares y restaurantes, además de asociaciones empresariales y sociales.

Los grupos municipales, con la única ausencia del concejal de Izquierda Unida, se han reunido, tal y como adelantó EL DÍA, con los propietarios de los negocios de restauración ubicados en el casco histórico, al objeto de analizar el reglamento en fase de elaboración. El encuentro respondió a una propuesta de Ciudadanos. Acudieron una veintena de empresarios, que expusieron abiertamente las peculiaridades de cada una de las zonas afectadas por la ordenanza, y la importancia que para sus negocios tiene disponer de unas terrazas con las suficientes mesas y sillas para atender a sus clientes.

El acuerdo que se alcanzó en esta reunión fue empezar de cero con la elaboración del reglamento, con una comisión en la que estarán presentes políticos, representantes de Cepyme, Casco Histórico y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País; dos empresarios de cada una de las zonas afectadas y un representante de los negocios que ocupan plazas en el casco histórico.

Aunque la ordenanza que al final se apruebe afectará a toda la ciudad, hay lugares que centran gran parte del debate. Uno, clave, es la calle Trasera. En la paralela a la Real se han multiplicado los establecimientos y el espacio que queda para los peatones es bastante reducido, sobre todo allí donde están restaurantes a cada lado de la vía. En menor medida también ocurre en zonas de la Avenida Marítima. Ahora serán los propios negocios los que tengan que defender en la comisión creada al efecto su postura o acordar cómo reducirán sus terrazas.

También en determinadas plazas será complejo decidir qué ocurre con las terrazas. Así ocurrirá con la placeta Borrero, de reducidas dimensiones y que es ocupada en su totalidad por las mesas y sillas de dos negocios. La variedad arquitectónica de que se compone y el esmero de los vecinos por el cuidado ornamental de las plantas que cuelgan de ventanas y balcones, convierten esta placita en uno de los rincones más coquetos de la ciudad. La ordenanza que se estaba elaborando y que se ha retirado tan solo dejaba ocupar un tercio de este espacio con mesas y sillas, al igual que en el resto de plazas, y siempre en el frente a la fachada de los bares.

La Alameda también es un lugar emblemático que se verá afectado, incluso el espacio junto a la Cruz del Tercero, donde el Bar Mélchor ha pedido compartir lugar con otro negocio a la hora de montar una terraza.

La comisión creada tendrá bastante trabajo por delante para ordenar las terrazas y habrá que ver de qué manera se logran entremezclar los intereses de la ciudad y de los empresarios. Y es que además de las mesas y sillas, aunque son los más que destaca, también habrá que tener en cuenta a otros comercios, alguno más tradicional y otro con menos tiempo de funcionamiento, que han ocupado tramos de acera de la emblemática calle Real para montar sus casi mercadillos particulares.