Francisco Javier Tena es un habitual de las carreras de montaña en La Palma. Puede incluso presumir de haber sido "finisher" (llegar a meta) de la reconocida ultramaratón Transvulcania, de más de 73 kilómetros. Siempre ha sido un superviviente. También lejos de las pruebas deportivas. En la propia vida. Hace más de dos décadas luchó contra la leucemia, quizás la cota más complicada a la que nunca ha tenido que enfrentarse, y sí, también la venció.

El médico clave en su recuperación, así lo entiende, fue el prestigioso hematólogo e investigador de la medicina Manuel Fernández Rodríguez, nacido en Santa Cruz de La Palma, que ayer recibió el título de Hijo Predilecto de la Isla, que unirá a otros reconocimientos como el Premio Canarias de Investigación 2005. Fue durante 40 años jefe del Servicio de Hematología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, pionero en el trasplante de médula ósea gracias a sus investigaciones, y trabajó también, entre otros centros, en el prestigioso MD Anderson Hospital en Houston.

Francisco Tena fue uno de sus pacientes. Hace 22 años fue sometido a un transplante de médula, pero "mi cuerpo no la aceptó y seis meses después volví a recaer de la enfermedad". En ese momento, Manuel Fernández y su equipo "decidieron experimentar con células madre en el tipo de leucemia que yo sufría". Fue el primer paciente en España, el tercero de Europa y el quinto del mundo que se sometía a ese tratamiento. Salió bien.

"Todo lo que yo diga de su persona es poco. Gracias a él, ahora podemos estar hablando", se sincera Francisco Tena, quien es consciente de que "tanto yo como muchos otros pacientes estamos vivos y podemos contarlo gracias al esfuerzo, al trabajo y a los conocimientos del doctor Manuel Fernández, también de su equipo".

De aquellos momentos recuerda "el trato cercano" del prestigioso hematólogo. Y es que a su juicio "pocos médicos tratan al paciente con tanta cercanía, con tanta humanidad; de verdad que es digno de elogio. El título de Hijo Predilecto de La Palma es más que merecido".

Tena sabe que habla en su nombre y también en el de aquellos que han superado una grave enfermedad gracias a Manuel Fernández: "Quiero agradecerle en nombre de todos los pacientes el esfuerzo y la labor en toda su carrera. De todo corazón, gracias".

Mientras tanto, en el salón plenario, Manuel Fernández recibía de manos del presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, el título de Hijo Predilecto. Recordó a su familia, su recorrido vital, también su extensa trayectoria profesional, y agradeció el galardón con ese humor inteligente propio del palmero: "La acreditación no voy a poder llevarla en la solapa, pero siempre la llevaré en el corazón y ocupará un lugar destacado en mi casa".

Ante un salón plenario pequeño para la cantidad de personas que quisieron seguir el acto, el prestigioso hematólogo dio las gracias por el reconocimiento. "Eso sí -subrayó, tirando de nuevo de ironía- espero no desmerecerlo con mis actuaciones en los días que me queden por vivir", ni tampoco "por juicios revisionistas de palmeros en tiempos venideros".

Por su parte, Anselmo Pestana afirmó que "es innegable que determinadas profesiones se estudian por inquietud y se ejercen por vocación, y no hay más que ver el excelso currículum del profesor doctor Manuel Nicolás Fernández Rodríguez para darnos cuenta de que ha convertido su profesión, la medicina y la investigación en la gran pasión de su vida".