El número de trabajadores que el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane deberá mantener en plantilla como indefinidos, por indicación de Función Pública, llega a la treintena y fueron contratados antes de noviembre de 2014, según ha podido conocer esta redacción.

Todas las contrataciones se realizaron por "necesidades del servicio", sin tener que hacer ningún tipo de concurso u oposición, y todos los beneficiados contaron con informes de los Servicios Sociales municipales, en los que se advertía de que sus situaciones económicas eran precarias.

De la treintena de contratos, 17 se realizaron para el área de limpieza, en concreto para la atención de los colegios, una competencia que aún hoy es municipal aunque se tiende a externalizar, tal y como ocurre con el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma. Los operarios tienen un contrato al 75% de la jornada, es decir, cinco horas de lunes a viernes.

Otros trece trabajadores que se encuentran en estas mismas circunstancias pertenecen a los servicios de ayuda a domicilio y de centro de día, contratados por el ayuntamiento bajo la misma premisa, aunque en este caso a jornada completa.

Función Pública comunicó al Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane en noviembre de 2014 que el ingreso en la administración pública debía ajustarse a los principios de mérito y capacidad (Constitución, artículo 103.3) e igualdad (Constitución, artículo 23.2). Corolario de este último es la publicidad que garantiza la concurrencia. Por tanto, los informes sociales no eran motivo para acceder a la función pública.

Tras esta advertencia, la corporación aridanense comienza con la redacción de las bases para convocar las plazas y hacer una lista de reserva, por medio de concurso oposición, que se remiten a Función Pública en febrero de 2015. Tras las elecciones municipales celebradas tres meses después, el proceso se reactiva y una vez introducidas las modificaciones oportunas, se produce finalmente la convocatoria de las oposiciones.

El grupo de gobierno entendió, con el respaldo de técnicos municipales, que los puestos de limpieza y ayuda a domicilio deberían ser cubiertos por aquellas personas que mejor puntuación obtuvieran en las pruebas convocadas al efecto, por lo que su idea original era no renovar al personal que ocupaba la treintena de plazas.

Sin embargo, Función Pública no lo vio de la misma manera y deja claro que, debido a la encadenación de contratos, el ayuntamiento debe dejar como indefinidos a los trabajadores que en su momentos fueron elegidos con informes sociales, que suman una treintena.