Tihuya Cats no suena solo a rock. Tampoco es blues. Ni tan siquiera jazz. No es tan sencillo de definirla. En los años 40 del siglo pasado nació el "rhythm and blues". Eso sí es Tihuya Cats. Una banda soberbia, capaz de trasladar al oyente a una música artesanal, del sonido auténtico que nace solo en los mejores garajes. No tan Bo Diddley o Muddy Waters. Mejor situarlos, salvando las diferencias, en Chuck Berry.

Con Tihuya hay una ventaja. Ventaja, por otro lado, enorme. Te los puedes encontrar tocando en la calle. El cronista "chocó" con ellos así, una mañana cualquiera. Y sí, la voz de Raquel San Blas hace pararte aunque no quieras. Es suave por naturaleza, desgarradora cuando se exige, con ritmo en cada cuerda vocal. Va, además, un paso más allá en su exposición como artista, recordando en vestimenta y "look" a aquellos tiempos, justo esos, donde la industria buscaba un sonido más alegre que los melancólicos blues y jazz.

La banda tiene una clave para "atrapar": no es solo voz. Hay grupos no profesionales (eso de aficionados nunca es del todo verdad) con buenos cantantes y que luego suenan "hueco". O sí, al revés. Buenos músicos y una "castaña" al micrófono. San Blas tiene la suerte de rodearse con Villalba, que ama el contrabajo y ofrece un salto de calidad a Tihuya, donde Honking Martens, al saxo y guitarra acústica; y Martina, a la batería, permiten perfilar una formación con sabor añejo. A lo añejo bueno.

Pero ni con todo eso, con ese nivel, han llegado arriba. Ocurre con otros grupos de medio mundo: banda modesta que puede presumir de estar desde hace una década dedicándose a la buena música. Ha editado tres álbumes en formato CD y ha participado en recopilaciones en España, también en México.... Pero sí, Tihuya ha tenido que recurrir a esa nueva formula para financiar ideas, proyectos y empresas, conocida por "crowd-funding", para sacar adelante su nuevo reto.

Son cuatro canciones, grabadas en la Casa de la Cultura de El Paso, y la intención es publicar un vinilo de 7" a 45 r.p.m. Las aportaciones irán íntegramente destinadas, como es lógico, a cubrir todos los gastos de grabación, mezcla, masterización y edición de "I Didn''t Always See Things This Way". Le quedan 35 días para lograrlo.