La Palma celebró el Día de la Patrona mirando al monte. Cientos de fieles cumplieron con la promesa anual (cada 5 de agosto) de visitar el templo de Nuestra Señora de las Nieves, aunque en esta ocasión recordando en cada suspiro a los centenares de personas que luchan desde el pasado miércoles contra el incendio forestal que asola una parte cada vez mayor de la Isla. No hubo los habituales voladores ni los cañonazos de gloria, saliendo la imagen de la Virgen a la plaza para la tradicional procesión, concelebrada por el obispo de la Diócesis de Tenerife y distintos párrocos de La Palma, con un manto de color mostaza y un crespón negro por Francisco Santana, agente del Área de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma que falleció en la madrugada del jueves mientras desempeñaba su labor en primera línea del fuego. Tanto en la procesión de la noche del jueves como en la celebrada en la mañana de ayer, la imagen se detuvo tras salir del templo mirando al sur, esperando, al menos los que tienen fe en la Patrona, que interceda para que proteja a los municipios que se están viendo afectados por el incendio forestal.