Ambos partidos de forma oficial lo niegan a regañadientes, conscientes de que un acuerdo todavía hoy es improbable, pero la realidad es que tanto desde el grupo municipal como desde la comisión gestora del Partido Popular en Santa Cruz de La Palma se ha tanteado durante los últimos días a miembros de Coalición Canaria para conocer su predisposición a formar un nuevo gobierno en la capital, desbancando a los socialistas.

Los contactos todavía informales, que hasta hace apenas unas semanas parecían una quimera, se han activado después de que la ya ex primera teniente de alcalde y portavoz de los nacionalistas, Guadalupe González Taño, tomara la decisión, invitada por una parte de su comité local, de abandonar el ayuntamiento para centrarse como diputada en el Parlamento de Canarias, tomando Víctor Francisco la responsabilidad de dirigir el grupo municipal de los nacionalistas. También ha influido en esta nueva situación la inestabilidad que se respira en el pacto regional.

El PP ha dejado claro a CC que la Alcaldía no es una de sus obsesiones. Su líder, Juan José Cabrera, tiene ahora otras prioridades más personales que políticas y tampoco ven a su número "2", Maite Pulido, dirigiendo la ciudad, sobre todo porque no cuenta con el apoyo de la dirección (Asier Antona) del partido, por lo que, en caso de existir una negociación formal, el bastón de mando sería negociable. Muy negociable.

Los populares, por encima de sus ambiciones, creen que Santa Cruz de La Palma no puede seguir por el camino de la apatía que a su juicio padece, lo expresan en público y también en privado, y que un cambio en el ayuntamiento es necesario.

Mientras, en los nacionalistas han surgido diferencias con la forma de proceder de algunos ediles socialistas, pero las fuentes consultadas por esta redacción coinciden en afirmar que "por ahora" descartan "el ofrecimiento" informal realizado desde el PP, aunque "habrá que ver qué pasa con el pacto en Canarias y en La Palma". La figura de Antonio Acosta vuelve a ganar peso en la toma de decisiones del comité local.

Una circunstancia a tener muy en cuenta es que en el hipotético caso de que el PP y CC alcanzaran en algún momento un acuerdo para desbancar a los socialistas del poder, es que necesitarían de al menos el apoyo de uno de los ediles del grupo mixto (Ciudadanos, Izquierda Unida o Nueva Canarias) para sumar los nueve ediles que precisan para una moción de censura, aunque no parece ese el problema mayor.