Eduardo Pérez tiene unos planteamientos fijos y no hay forma de darle la vuelta. El programa de Sí se Puede es su Biblia. Todo pasa por los mandamientos aprobados por su colectivo. Es cauto, pero a la vez claro cuando reconoce estar defraudado con el actual grupo de gobierno, en minoría y sostenido con su voto, o cuando advierte de que detrás de la Fuente Santa hay intereses que no son precisamente el bienestar de los vecinos. Un político de la nueva era.

¿Se envejece más rápido en el ayuntamiento?

No. Mantenemos las mismas preocupaciones que teníamos antes de entrar, pero las vivimos de forma más intensa. Teníamos una visión clara cuando nos presentamos. Somos una "rara avis". No compartimos el modelo económico ni el sistema democrático que hay en las Islas y queríamos transformarlo, por lo que entramos en política con una idea preconcebida.

Caminan siempre en tierra de nadie, ¿les cuesta definirse?

Nosotros nos presentamos al ayuntamiento con unos planteamientos y un programa político claro y si de algo se nos puede acusar es de ser bastantes previsibles. Nos hemos ceñido a lo que dijimos, lo que personalmente creo que se llama coherencia. Una de nuestras compañeras ya advirtió de que nosotros íbamos a apoyar todas las propuestas que coincidieran con nuestro programa y eso es lo que estamos haciendo. A veces puede parecer que estamos a dos aguas.

A veces radicales, a veces inconformistas, a veces...

Somos conscientes de que las alternativas que proponemos son en ocasiones radicales porque van a la raíz de los problemas, lo que es complicado de manejar para partidos políticos que se han movido en el mismo modelo desde hace décadas.

¿Propuestas que nos llevan otra vez a la cueva?

Lo que no nos ha hecho salir de las cuevas son las políticas que se han aplicado durante décadas en este pueblo canario. No salir de las cuevas es tener los niveles de pobreza que tenemos, no salir de las cuevas es soportar la precariedad laboral que existe, no salir de las cuevas es todo lo que hemos vivido.

¿Más cerca de Coalición Canaria o del gobierno municipal actual (UPF-PSOE)?

Visto lo visto después de año y medio de legislatura, no estamos cerca de ninguno de los dos...

¿Se da cuenta?, otra vez se va al camino del medio.

No es el camino del medio, nosotros estamos bastante escorados a la izquierda. Somos una organización soberanista y municipalista. Lo que sí hacemos es seguir manteniendo nuestro posicionamiento. Lo que ocurre es que si miramos las propuestas que se producen en el ayuntamiento, la realidad es que hay muchas coincidencias entre lo que plantea Unión Progresista de Fuencaliente y lo que plantea Coalición Canaria. Visto de distinta manera, pero bajo un mismo modelo.

¿Se han planteado alguna vez una moción de censura?

Como tal, no. Es verdad que estamos bastante defraudados con la actuación del grupo de gobierno, pero hablar de una moción de censura es una cuestión bastante seria que no se puede valorar fruto de un cabreo. Sí se ha nombrado alguna vez en las asambleas, lo que es lógico con lo que está sucediendo, pero siempre se ha dicho que es algo que lleva un proceso profundo sobre para qué, con qué objetivo, con qué propuestas, con qué políticas a desarrollar... Cambiar un grupo de gobierno por otro sin un fin concreto, tampoco es lo adecuado.

¿Encuentran lo mismo en el gobierno que en la oposición?; es decir, ¿no ven una buena salida para el pueblo?

Es bastante complicado. Todo se verá. Depende de cómo se siga todo desarrollando. Nosotros nos estamos centrando en llevar propuestas concretas de actuación. Pero claro, las mociones se aprueban, la mayoría por unanimidad, y luego vemos por ejemplo que en el borrador de presupuestos de este año no aparecen las partidas financieras para llevar a cabo esas mociones. Otras se dotan de partida, pero ni han comenzado (...). Hacemos mociones porque entendemos que van a servir para generar rentas y que esas rentas se queden en el municipio, propuestas que se aprueban y luego no se trabaja para llevarlas a cabo. Si la cosa sigue así, tendremos que buscar alguna salida. Además, las propuestas del grupo de gobierno han sido muy pocas, por no decir que han sido nulas.

¿Recibe mucha presión de vecinos, colectivos o partidos?

Igual si fuéramos un partido al uso, donde el concejal es prácticamente el partido o el que decide todo, entiendo que esa presión de la que habla fuese mayor o me podría afectar más, pero nosotros trabajamos de forma diferente. En Sí se Puede decide el colectivo, nos seguimos reuniendo y sacando todo en conjunto. La presión es compartida. Estoy aquí porque me tocó estar, pero lo único que hago es trasladar las decisiones de Sí se Puede a la institución.

Dentro de siete meses hay cambio en la Alcaldía, ¿puede ser un momento clave para tomar una decisión?

No lo hemos valorado. Es verdad que hay un cambio de Alcaldía, pero no es más importante lo que ocurra en siete meses que lo que pase en un mes o en dos.

La Fuente Santa, ¿marea?

Nosotros pensamos que todo lo que se ha movido y se mueve alrededor de la Fuente Santa es por los intereses que están detrás de su desarrollo. Si ponemos sobre la mesa que el interés debe ser mejorar la calidad de vida y la economía de los que vivimos en Fuencaliente y en La Palma, todo sería más fácil y se llegaría a un acuerdo. Pero quizás los intereses no son esos, sino otros.

Un referéndum solo para fuencalenteros. ¿Por qué no vota toda la Isla si es un recurso insular?

Somos una fuerza bastante municipalista, pero tiene razón. Nosotros creemos en que cuanta mayor participación haya mejor. De todas maneras, el referéndum no nos coge por sorpresa. No es que UPF se haya levantado por la mañana y pensara en la democracia y en hacer un referéndum para los vecinos. Se propuso no tanto por lo que importe la opinión que tengamos los fuencalenteros sobre qué balneario se debe hacer, sino porque la consulta es de los últimos recursos que le quedan para intentar llevar a cabo la propuesta en la que está empecinada.

¿Estamos ante el último recurso de UPF?

Los compañeros (de SSP) dicen que la capacidad de que nos sorprendan no se pierde ningún día. Cada vez sale una cosa nueva. El propio Carlos Soler ha reconocido en una entrevista (en EL DÍA) que si el referéndum que ellos mismos plantean no le da la razón, pues tampoco lo iban a aceptar.