Las obras que ejecuta el Estado, a través de la empresa Tragsa, para evitar posibles riadas en las zonas afectadas por el incendio de principios del pasado mes de agosto estarán apenas a la mitad cuando previsiblemente las lluvias serán más intensas, en los meses de diciembre y enero, según se desprende de los plazos aportados ayer por el delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento.

Las obras cuentan con un presupuesto de un millón de euros y en las mismas están trabajando veinte personas. "Estamos hablando de acciones que tienen que ver con la degradación del terreno por las lluvias durante el invierno. Ahora mismo se está actuando entre el barranco de Los Cubos y de Tacande", indicó Bento, quien informó de que esperaba que "las actuaciones acaben dentro del plazo previsto, que es de siete meses".

Al ser cuestionado por el cronograma de la actuación, el delegado del Gobierno en Canarias manifestó que consideraba que "Tragsa ha hecho un análisis previo de cuáles son las actuaciones más urgentes a ejecutar y, por ello, han comenzado por esta zona". "La empresa pública tendrá una estrategia para ir de lo más urgente a lo menos", subrayó.

Bento hizo hincapié en el compromiso del Ministerio en la aportación de medios aéreos mientras el incendio fue más virulento, indicando que "no solo el Gobierno apoya cuando se produce este tipo de incendios sino también en la fase posterior". De ahí la aportación "para la estabilización de los terrenos".

Apoyo a las carreteras

Hernández Vento dejó claro en su visita a La Palma que el compromiso del Gobierno de España con el convenio de carreteras "es total" y se incluirá "en la agenda canaria" del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Sostuvo que "nunca hemos cuestionado ese convenio" y reconoció que "es importante saber con cuánto dinero se cuenta", pero de la misma manera es clave "cómo se ejecutan esas cantidades". A propósito, recordó que "determinar qué infraestructuras son prioritarias" depende del Gobierno canario.