La borrasca que afectó a la Isla ha permitido almacenar una cantidad importante de agua en el momento justo en el que las necesidades de lluvia comenzaban a ser más que evidentes en el sector primario, así como en el propio paisaje de La Palma.

El presidente del Consejo Insular de Aguas, José Luis Perestelo, reconoció ayer que "la necesidad que tenía la Isla de agua era bastante notable", por lo que valoró como "importante" las 100.000 pipas de agua (cada pipa equivale a entre 440 y 480 litros) que se lograron almacenar durante la borrasca en La Laguna de Barlovento, tanto por el agua procedente del barranco de Los Tilos como por la lluvia que cayó cerca del propio embalse, el que tiene mayor capacidad de Canarias.

En el mismo sentido, hizo especial hincapié en las precipitaciones en la zona del valle de Aridane. En concreto, se registraron 95.000 pipas de agua de excedentes de la Caldera de Taburiente: 60.000 se repartieron en embalses privados de los Heredamientos de las Haciendas de Argual y Tazacorte y 35.000 en infraestructuras públicas. En concreto, 20.000 fueron a parar a la balsa de Dos Pinos y 15.000 acabaron en Cuatro Caminos.

Perestelo destacó que "no es solo importante el agua que hemos almacenado en los embalses del Consejo Insular de Aguas y en los particulares, sino también lo que significa en estos momentos esta lluvia para el riego de las explotaciones y también para la propia naturaleza de La Palma".

Por otro lado, cabe destacar que la borrasca no dejó incidentes dignos de consideración y ayer por la mañana el Cabildo procedió a la apertura al tráfico de las carreteras al Roque de los Muchachos por Santa Cruz de La Palma y la Villa de Garafía, así como a la vía de acceso a la Caldera de Taburiente por Los Brecitos, cerrada por la crecida del barranco de Las Angustias.