El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane ha comenzado con el pintado de las nuevas líneas azules y la introducción de las plazas en verde para residentes en el casco urbano de la ciudad, sin que se vean afectados los aparcamientos cercanos al centro de salud.

Los nuevos estacionamientos de zona azul quedan fijados en dos calles: Juan XIII, entre el mercado municipal de abasto y el colegio Nazaret, y Ramón Poll, donde se opta por modificar la ordenación del tráfico. El carril de circulación pasará a ser de aparcamientos y viceversa, por lo que las plazas para aparcar están ubicadas más cerca a los comercios, tal y como los empresarios habían reclamado al ayuntamiento. En total se verán afectados medio centenar de estacionamientos.

Por el contrario, el ayuntamiento elimina zona azul para pasarla a verde, plazas destinadas a los vecinos que residan en las calles donde se aplica esta medida. A propósito, en la avenida Enrique Mederos, frente al supermercado pasado el campo de fútbol, se eliminarán 31 aparcamientos azules que pasan a verde. Mientras, en la calle Tanausú se dejan con parquímetros los estacionamientos más cercanos a la Doctor Fleming y se ordenan con tarjetas el resto, 18.

De la misma forma, el ayuntamiento procede a regular de nuevo los aparcamientos en la calle La Pasión, dejando en azul los más cercanos a la Doctor Fleming y poniendo en verde las siguientes once plazas. Por último, en la avenida Carlos Francisco Lorenzo Navarro se reservan para los residentes los diez estacionamientos ubicados junto gasolinera del mercado.

Aunque la nueva ordenanza ya está aprobada y el objetivo era que la regulación de vías azules y verdes entrara en vigor hoy, día 2 de enero, la realidad es que las tarjetas para residentes no estarán operativas hasta dentro de al menos una semana.

Gobierno (PP) y oposición (CC, PSC e IUC) consensuaron estas modificaciones, después de que los populares cedieran en su intención de señalizar zona azul junto al centro de salud, plazas que habitualmente son ocupadas por los trabajadores del propio recurso sanitario (en menor medida por los pacientes), que llegan a su puesto de trabajo a primera hora.