Sí se Puede en Fuencaliente e Izquierda Unida Canaria en Los Llanos de Aridane reconocen estar en un momento determinante de la legislatura para decidir si mantienen gobiernos en minoría o, por el contrario, buscan otras alternativas más fiables para la gestión de sus municipios.

Ambas formaciones están a disgusto con los dirigentes de sus pueblos, no comparten sus políticas, pero al menos hasta ahora han evitado mociones de censura por un hecho coincidente: no ven alternativa en la oposición y prefieren trabajar e incluso influir fuera del gobierno.

SSP se creó en Fuencaliente para lograr un cambio en la política municipal, dar aire fresco, acabar, al fin y al cabo, con "las formas" de Coalición Canaria y más concretamente de su líder, Gregorio Alonso. Su único edil, Eduardo Pérez, es la "llave" de gobierno y en la constitución del ayuntamiento permitió que PSOE y UPF accedieran al mando, dejando a CC, que ganó las elecciones, en la bancada opositora. El joven partido, que se ha mostrado fiel a su programa electoral, buscaba una reacción.

Sin embargo, después de más de año y medio de aquella decisión, en el entorno de SSP e incluso entre una parte importante de sus integrantes se sienten defraudados: el pacto PSOE-UPF no ha sido lo que ellos esperaban. Ni de lejos. Ni tan siquiera se llevan a efecto mociones que presentan y se aprueban. El último hecho que ha acabado por cuestionar la acciones del ejecutivo municipal es la forma de actuar con la Fuente Santa y, más concretamente, el no contestar en plazo a la advertencia de la Dirección General de Industria sobre la pérdida de la concesión para el aprovechamiento del manantial. Nunca lo reconocerán en público, pero en SSP creen que fue una demora intencionada para beneficiar a empresarios.

En Fuencaliente se espera "un golpe de Estado", como resumió un fiel de SSP esta semana, pero ¿para qué? Y, sobre todo, ¿para poner a quién? "Tampoco podemos estar aguantando de todo", sentenciaba otro votante de este partido. Sí se Puede tiene una constitución interna diferente a otros partidos y donde una decisión del calibre de una moción de censura sería debatida abiertamente entre todos sus afiliados. No son de líderes.

Es complejo saber si el gobierno municipal cumplirá dos años, justo cuando está previsto el cambio de Alcaldía, sobre todo porque otro movimiento en falso de PSOE-UPF haría "estallar" a SSP.

En Los Llanos de Aridane, la situación es similar. El propio portavoz de IUC, Felipe Ramos, admitió a EL DÍA que estaban en un momento clave para determinar si el PP debía o no seguir gobernando en minoría. Izquierda Unida Canaria, por principios, no está de acuerdo con las políticas de los populares, y desde la oposición ha intentado "incluir" para reconducirlas en aquellos aspectos que consideraba imprescindible. No siempre lo han logrado.

Entonces, ¿por qué no hay moción de censura? La respuesta: porque IUC cree que CC es parte del problema. Al igual que SSP en Fuencaliente, entiende que devolver el poder a los nacionalistas sería contraproducente para el municipio. Esa es su visión y con ella llevan más de año y medio. En caso contrario, el PP no estaría en el poder. Así de simple... Pero todo puede cambiar. El debate de los presupuestos 2017 y la idea del PP de contratar a una empresa para tributos, no convence a IUC. Es más, lo ven como una decisión clave y no están dispuestos a aceptarla, sobre todo ahora con el resquemor por la forma en la que se ha actuado con los impagos del parquin.

Sí, algo se "mueve" en la política de Fuencaliente y Los Llanos de Aridane.