La Guardia Civil han denunciado a un apicultor de La Palma por la tenencia de abejas no autóctonas, ya que en la isla solo se permite la abeja negra canaria.

Agentes del Seprona, servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil, fueron avisados de la posible introducción de abejas foráneas y se comprobó que un apicultor de Tijarafe acababa de recoger unas abejas reinas híbridas ya fecundadas enviadas en un sobre desde el norte de Tenerife.

Las abejas ya estaban colocadas dentro del colmenar, en unas celdas cerradas con unas mallas de plástico que impedía el contacto de modo inicial entre las abejas introducidas y las ya existentes.

Tanto el apicultor como quien envió las abejas han sido denunciados por supuesta infracción a la normativa sobre Sanidad Animal y a la normativa sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad.

La Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias prohíbe la explotación y tenencia en la isla de La Palma de otras abejas que no pertenezcan a la raza local de abeja negra canaria, para salvaguardar su existencia y su conservación genética, recuerda la Guardia Civil.