El Consejo Insular de Aguas aprobará a lo largo de esta semana la declaración de extinción de la concesión otorgada en 1913 para el aprovechamiento hidroeléctrico de las aguas procedentes de los manantiales de Marcos y Cordero en la central del Mulato, "apagada" desde hace 15 años, un acuerdo determinante para que en un futuro se puede activar el emblema, más allá incluso de su utilidad real, de las energías limpias en La Palma.

El acuerdo de Aguas se fundamenta en un informe elaborado por los servicios técnicos de este órgano dependiente del Cabildo de La Palma, en el que además se recomienda, y así se aprobará, la terminación del procedimiento que se tramita para la renovación de esta concesión "por causa de imposibilidad material", y que fue solicitada por Endesa.

En realidad, el expediente de la central hidroeléctrica lleva bloqueado desde 2012. En concreto, el 22 de marzo de 2012 finalizó el plazo de 99 años de la concesión otorgada con fecha 22 de marzo de 1913 a Julián Van-Baunberghen y Bardajf y Armando Yanes Carrillo, que luego pasó al Cabildo de La Palma, posteriormente a Riesgos y Fuerzas de La Palma, a Unelco y por último a Unión Eléctrica de Canarias Generación. Se han tardado casi cinco años para tener una resolución definitiva, que se producirá esta semana, sobre el futuro del Mulato.

La declaración de caducidad de la concesión sin posibilidad de renovación queda justificada, según el informe del Consejo Insular de Aguas, por el cambio sustancial de las condiciones que motivaron aquel contrato de 1913, especialmente los caudales de aguas, que se han reducido: "se ha producido una disminución notable de los caudales de los manantiales de Marcos y Cordero durante los últimos años, que impide garantizar el caudal de 101 litros por segundo de la concesión originaria (...), de modo que nos encontramos ante la imposibilidad material de continuar la tramitación de la renovación solicitada por causas sobrevenidas al haberse producido la desaparición parcial del objeto de la misma", sostiene la técnico que elaboró el documento.

El aprovechamiento de esta central no ha sido, al menos durante las últimas décadas, una de las prioridades del concesionario. Al contrario, Endesa solicitó hasta en dos ocasiones autorización para la ampliación de la instalación, pero curiosamente en ambas la compañía dejó caducar el permiso concedido, lo que hizo que el Consejo Insular de Aguas buscara resquicios legales para tratar de recuperar la explotación.

No hay que olvidar que se trata de la única central hidroeléctrica de Canarias con un salto de caudal de 535 metros de altura, suficiente (aunque es posible y hasta recomendable ampliarlo) para originar con su caída una corriente destinada al consumo eléctrico, tal y como se hizo durante décadas a partir de los años 50 del siglo pasado. Es cierto que en la actualidad se duda de que su explotación sea un negocio, pero sí es un emblema indiscutible de las energías limpias por las que se quiere apostar en La Palma.

La visión política del Consejo Insular de Aguas, cuyo responsable es José Luis Perestelo, es que en el nuevo procedimiento que se abrirá a partir de ahora, estén presentes las institución públicas junto a la comunidad de regantes de Los Sauces, aunque modificando las condiciones de la instalación; es decir, llevando el depósito a una cota más alta para potenciar la generación de energía en el Mulato.