El acuífero costero del Valle de Aridane está afectado por la contaminación de nitratos de origen agrario, superando el límite establecido de 50 miligramos por litro (tiene 59,7) para aguas de consumo, según se refleja en el documento inicial estratégico del Plan Hidrológico Insular, en su segundo ciclo (2015-2021), que se ha sometido a consulta de los interesados tras su publicación hace apenas unos días en el BOC. Se trata de una situación que se ha mantenido a lo largo del tiempo.

Los responsables de elaborar el documento afirman que en esta masa de aguas subterráneas, en una franja por debajo de la cota 300 metros sobre el nivel del mar y que ocupa 20,19 kilómetros cuadrados, los análisis realizados hasta la fecha para su control "han permitido constatar que todos los valores medios de los parámetros muestreados se encuentran por debajo del Valor Paramétrico Adoptado, a excepción del nitrato (59,7 mg/l), que supera el VPA de 50 mg/l (concentración que recoge la Directiva de aguas subterráneas)". Por ello, "se ha clasificado con riesgo seguro a la contaminación difusa de nitratos y en mal estado químico por la presencia de nitratos".

Este límite de 50 miligramos por litro se estableció especialmente para prevenir el principal problema tóxico de los nitratos que se produce en los niños menores de cuatro meses: la cianosiss, que hace a los bebes adquirir un color azulado, debido a la escasez de oxígeno en la sangre. También es cierto que se relaciona con otras enfermedades. A propósito, cabe señalar que el comité conjunto de la FAO/OMS (JEFCA) en el año 2002 determinó que para una persona con un peso de 70 kilogramos, la ingesta diaria admisible de nitratos, que no confieren sabor y olor a las aguas de bebida, no debe ser superior en ningún caso a los 259 miligramos diarios.

En este plan se subraya además que no existen analíticas específicas respecto a plaguicidas y sustancias emergentes, por lo que "también es preciso su estudio para determinar el posible alcance".

Se plantea como objetivo fundamental en este segundo ciclo del Plan Hidrológico Insular, "continuar trabajando en la evaluación del estado de las masas de agua costeras y subterráneas, realizando controles sistemáticos, al objeto de reducir los niveles de contaminación por nitratos de origen agrícola".

A propósito, se lleva a cabo un programa de seguimiento del estado químico de estas aguas a través de diferentes puntos de control en pozos de la zona.

En el primer ciclo de este trabajo ya se reconocía problemas significativos asociados a la contaminación difusa por nitratos de los recursos subterráneos debido al uso inadecuado de fertilizantes y productos fitosanitarios en la agricultura.

El Plan Hidrológico Insular también aborda las otras cuatro masas de aguas subterráneas con las que cuenta La Palma, denominadas Insular-Vertientes, Costero, Complejo Basal y Dorsal Sur, donde se certifica las buena calidad de las aguas tanto desde el punto de vista ecológico como químico.