Luis García no pudo contra la enfermedad. Luchó y perdió. Era un hombre ingenioso, con "chispa", irónico y de sonrisa fácil. No era plano, más bien complejo, parecía estar siempre, cada día, dándole vueltas a algo. A lo que fuese, pero sin descansar.

Habrá quienes lo relacionan directamente con el sentimiento rojinegro. Con una frase eterna: "Da gusto ser del Mensajero". Sí, presidió el club de fútbol propietario del estadio Silvestre Carrillo durante años de grandeza. Juanjo Vilanova, Luis García, Guillermo Jiménez.... una vez unos, otras otros y casi siempre juntos, fueron los culpables directos de que un club de Tercera División, con gran historia y corazón, pero sin prestigio nacional, llevara con orgullo el nombre de La Palma por el territorio peninsular.

Otros alejados del mundo del deporte recordarán mejor al Luis García político. Acabó en Coalición Canaria, pero antes estuvo en la UCD, en el CDS e incluso en CCN con Lorenzo Olarte. Por encima de siglas sí tenía una cosa clara (era su visión): Canarias necesitaba un partido propio, que la representara. Fue director general de Industria del Gobierno de Canarias, también consejero en el Cabildo de La Palma, pero sobre todo era un trabajador de la sala de máquinas. De allí donde se mueven los hilos, sin demasiado protagonismo público.

En el cara a cara, Luis García se hacía enorme. Optimista, vital y con esa guasa inteligente que anidó con naturalidad y durante muchísimos años en generaciones de palmeros. Él era así. En cada conversación, una muestra de "pillería". Pero no era blando. Detrás de su conversación serena, casi siempre cauta, se escondía una personalidad firme.

Sí, ha muerto Luis García a los 75 años de edad. El sepelio tendrá lugar hoy martes, 7 de marzo, tras la misa funeral que se celebrará a las 09:45 horas en la iglesia de San Francisco de Santa Cruz de La Palma.