El Museo en la Calle de Los Llanos de Aridane ha incluido recientemente en su colección una obra del artista 3ttman, el hombre de las tres cabezas, pseudónimo tras el que se encuentra el francés Louis Lambert.

La obra "Reciclémonos" forma parte de la campaña "Cinco Cubitos tienes ahora", que impulsan el Consorcio de Servicios de La Palma, el Cabildo y el ayuntamiento aridanense. El mural muestra, según palabras del propio autor, el "futuro incierto al que nos enfrentamos respecto a nuestro entorno. Tras las formas coloridas del diseño se esconde una crítica a la sociedad de consumismo y a los vicios del hombre".

El artista ha centrado su trabajo en una cadena formada por cinco personajes que depositan los residuos en los correspondientes contenedores, y que están sustentados sobre una boya salvavidas. Se trata de una obra en la que ningún elemento está situado al azar y donde cada sujeto tiene su trasfondo.

Louis Lambert explica sobre el hecho de que todos los personajes representados se mantengan sobre un salvavidas, que "si no nos ponemos las pilas las cosas van a ir mal y que para salvar el mundo, y a nosotros, hay que tomar medidas, entre las cuales está el reciclaje".

El artista francés, nacido en la ciudad de Lille, relata cuál es el significado de cada uno de los personajes que forman el cuadro de la separación selectiva de residuos a través de los cinco contenedores (biorresiduos, papel y cartón, envases ligeros, vidrio y fracción-resto).

De abajo hacia arriba, Lambert detalla que "abajo está el indiano, el hombre que vuelve rico desde Cuba, el patriarca en el sentido de llevar la riqueza, es la parte baja que sostiene todo pero que también tiene sus vicios". Sobre él se encuentra el payaso, un personaje que también tiene un "lado oscuro, está triste, tira el alcohol", y encima encontramos a la mujer negra, que tira el plástico y que representa la relación de La Palma con el continente africano.

Llegando a la parte superior del mural, se observa lo que 3ttman denomina "un ser mágico, mitológico, que simboliza la esperanza. Representa la transición, viene de un mundo feliz y mágico, del niño que nos recuerda que lo que viene puede ser positivo, que si educamos a los niños, que son los que tienen el futuro en sus manos, podemos salir de esta situación".

De este modo, los personajes depositan los residuos en los distintos contenedores y representan todos los eslabones de la cadena de la sociedad que influyen en nuestros entornos. En definitiva, muestra una visión crítica ante el modelo de producción y consumo de la sociedad actual frente a la esperanza en la educación y concienciación de las generaciones futuras, en que sus acciones repercutan en la mejora del cuidado del medio ambiente.