La velocidad en la avenida Marítima de Santa Cruz de La Palma se reducirá a 30 kilómetros a la hora, la Dirección General de Tráfico instalará un radar estático para denunciar a los que circulen más rápido y se pintarán más pasos de peatones para facilitar el tránsito entre la acera de la avenida Marítima, donde se encuentran ubicados los establecimientos comerciales y el paseo de la playa.

El alcalde de la capital, Sergio Matos, anunció ayer estas medidas, que se contempladas tras la puesta en marcha de la playa, aunque en realidad era, al menos en parte, una demanda ciudadana expuesta en diferentes foros incluso antes de que se iniciaran las obras en el frente marítimo.

Matos es consciente de que en la actualidad los peatones "están cruzando la vía de manera peligrosa", lo que en realidad se produce en buena medida por la escasez de pasos de cebra, a pesar de ser uno de los lugares con más transito tanto de lugareños como de cruceristas.

La idea es pintar nuevos pasos que dejen a los usuarios que cambian de acera cerca de los cinco accesos a la playa, con un radar colocado en un lugar estratégico que al menos tenga un carácter disuasorio para los conductores, una medida que el ayuntamiento solicitará a Tráfico para su puesta en marcha en el menor tiempo posible.

El regidor local tiene claro que "hay que adoptar medidas porque algunos conductores están circulando por la avenida Marítima como si fueran por una autopista".

El alcalde pidió a los ciudadanos "que tomen conciencia y que sepan convivir con la playa, una infraestructura que será fuente de desarrollo para la ciudad".

Otro cambio se producirá en los aparcamientos que ocupan parte de la acera en la parte más al norte de la avenida, que se pondrán en línea para facilitar el tránsito de los peatones.