Marcos Lorenzo es alcalde de Tijarafe. El PSOE, que se había puesto bastante remolón, cumplió con su parte en el pacto firmado a principio de mandato, y su portavoz, Jenny García, entregó el bastón de mando al portavoz de CC para gobernar juntos en principio hasta 2019.

El regidor habló de la necesidad de "dignificar la política". No le falta razón cuando admitió que "no vivimos tiempos fáciles para ser político", en referencia a la opinión bastante mejorable que tienen los ciudadanos de los gobernantes (también de los periodistas), por lo que "hay que cumplir con los compromisos". Cree que ayer se vivió "un punto seguido, me atrevo a decir que apenas una coma, en un pacto firmado entre dos partidos" o, para ser más exacto, "entre personas".

Lorenzo evitó hablar de la anterior semana. Ni ta siquiera del pasado viernes, cuando Jenny García le dijo "tengo dudas" a la hora de ceder el bastón de mando. Los veteranos socialistas han tenido que soportar en silencio las mayorías absolutas de las que disfrutó CC durante años y ahora les cuesta dejar que manden de nuevo en el pueblo. Resquemor que puso contra la pared a la ex alcaldesa, hasta que la ejecutiva insular le aclaró qué debía hacer.

Marcos Lorenzo, nacido en 1976 y que hace exactamente diez años accedió por primera vez a la Alcaldía, se mostró "ilusionado", destacando el orgullo que es "representar a todos los vecinos" de su terruño. También tuvo palabras de halago para la oposición, el PP, haciendo mención, de forma elegante, a su labor constructiva, apoyando las propuestas que entendían que eran positivas para el municipio.

Jenny Lorenzo, con menos tablas que el nuevo alcalde, se emocionó en su despedida como regidora. Para qué engañarse, le costó soltar el bastón. Felicitó a Marcos Lorenzo antes de destacar los logros de los dos últimos años, agradecer el apoyo de sus compañeros y de su familia durante este tiempo, dejando la puerta abierta a los vecinos para que le trasladen sus propuestas... Quizás su frase con más contenido, más actual, fue: "Nos hemos visto desbordados antes las expectativas creadas", se entiende que por el cambio de Alcaldía. La presión hizo que tambaleara, aunque ahora parece, al menos parece, mantenerse firme en lo acordado.

El portavoz del PP, Carlos González, optó por un discurso sin demagogia. Sin enfrentamientos. Pudo ir a pecho descubierto y, por ejemplo, acusar al PSOE del espectáculo de los últimos días, pero se conformó con apenas dejar caer que "las imposiciones políticas a nivel insular" en ocasiones nada tienen que ver con la realidad municipal.

Deseo suerte al alcalde y al gobierno municipal, dejando claro que mantendrán su línea política de "apoyar las iniciativas positivas" para el pueblo, con una oposición "constructiva, con la aportación de ideas". Rencores, cero. Tan solo reclamó que "la unidad, el diálogo y consenso sea la nota predominante" hasta acabar el mandato.

Sí, fue una sesión suave, sin sobresaltos, en comparación con lo vivido hace apenas una semana, en la que estuvieron presentes dirigentes de Coalición Canaria, como Guadalupe González Taño o Nieves Barreto, o del Partido Socialista, como Jorge González o Carmen Acosta. Tampoco el PP estuvo solo y la presencia de María de Haro o Mayte Rodríguez avala la cordura mostrada, al menos ayer, por el PP municipal.