Sin margen para la sorpresa. Lo anunciado en la última semana: Nieves María Rodríguez es desde ayer la primera alcaldesa de Fuencaliente, después de que el pacto firmado a principio de legislatura entre UPF y PSOE se cumpliera y el portavoz socialista, Luis Román Torres, cediera en contra de la opinión de su partido el bastón de mando a su socia de gobierno, con el indispensable apoyo del edil de Sí se Puede, Eduardo Pérez.

La nueva regidora local no habló de proyectos. Tampoco de ideas para impulsar el desarrollo del municipio. Habló más de sentimientos. Un discurso llenos de agradecimientos y de frases como "seré la alcaldesa de todos los vecinos de Fuencaliente", "me dejaré el alma y el corazón por este pueblo", "me dejaré el alma y mi vida", lo que de forma textual tampoco es necesario. Eso sí, aprovechó para lanzar un dardo a CC: "Nosotros no discriminamos a nadie, al contrario de lo que antes pasaba".

No descubrió cuándo se aprobará el presupuesto de 2017, los planteamientos que tiene para el desarrollo del balneario de la Fuente Santa o la reducción del pago a proveedores, se centró en el "respeto a las personas y a su trabajo" y en recordar las situaciones "complicadas" a las que el gobierno local ha tenido, desde su punto de vista, que enfrentarse desde 2015.

El líder de la oposición y portavoz de CC, Gregorio Alonso, calificó a Luis Román Torres como "el peor alcalde" que ha tenido el pueblo sureño, con una gestión "nefasta". Criticó los apagones del alumbrado público, recortes en mantenimiento y limpieza, la reducción a la mitad de los puntos de promoción deportiva, los incumplimientos de acuerdos plenarios... "Hasta los camellos se fueron de Fuencaliente", sentenció.

Incluso Sí se Puede, clave para sostener al gobierno municipal, discutió la gestión durante los dos primeros años de UPF y PSOE. Eduardo Pérez también habló de mociones que se aprueban y no se llegan a cumplir, además de acusar al ejecutivo local de falta de planificación, incapacidad en la inversión propia, la pérdida de financiación exterior y otro caudal de desavenencias con la forma de gestionar Fuencaliente.

En el fondo, SsP volvió a dejar claro que mantienen al gobierno actual porque lo contrario es, a su juicio, peor: permitir a Coalición Canaria volver al poder. Al partido que a su juicio vende el territorio para un sistema económico que desprecian y que tiene a Canarias "con altas tasas" de desempleo y pobreza. Eso salvó ayer a UPF-PSC, lo que tienen enfrente.

El alcalde saliente, al que la ejecutiva insular del Partido Socialista exigió sin éxito romper el pacto con UPF, apenas se defendió de los ataques, prometió que en los próximos meses se mostrará la documentación que desmontará las denuncias de la oposición. Prefirió, al menos ayer, agradecer "el apoyo y colaboración" de sus compañeros de gobierno y de los vecinos, comprometiéndose "a seguir trabajando" por el municipio.