Los once embalses públicos que gestiona el Consejo Insular de Aguas en las diferentes comarcas de la Isla se encuentran apenas al 53% de su capacidad, una situación delicada por la sequía cuando todavía queda más de la mitad del verano.

A fecha 1 de agosto de 2017, las balsas no llegaban a 1,5 millones de metros cúbicos de agua almacenados, cuando su capacidad supera los 2,7. En comparación con la misma fecha de 2016, cuando el territorio insular también se estaba viendo afectado por las escasas lluvias, La Palma dispone de 300.000 metros cúbicos menos, lo que deja al descubierto la situación real de escasez de agua que obliga a un exhaustivo control en su utilización por la agricultura.

A propósito, hay que tener en cuenta que los dos embalses de Puntagorda (Montaña del Arco y Puntagorda) están al 21 y al 10% de llenado, mientras que Cuatro Pinos y Dos Pinos, en Los Llanos de Aridane, se encuentran al 45 y al 37%, respectivamente, con todo el verano por delante. La Caldereta, el Fuencaliente, se sitúa en un 41%, trece puntos por debajo de la media en la Isla.

Como es habitual, el Valle de Aridane tendrá que ser abastecido en parte desde el Norte, a pesar de que balsas como Los Galguitos, Las Lomadas o Adeyahamen no se encuentran para mucho repartir más allá de los agricultores a los que habitualmente atiende. Mejor se encuentran Manuel Remón (Puntallana) o Bediesta (San Andrés y Sauces).

En el Consejo Insular de Aguas, también en los municipios y en los propias asociaciones agrarias, son conscientes de que la situación cuando todavía resta gran parte del verano no es la mejor.

Sin embargo, el consejero responsable de este organismo, José Luis Perestelo, tiene claro que "siempre que opere la solidaridad y colaboración entre comunidades de regantes, usuarios, que ha venido funcionando hasta ahora en La Palma, el agua que tenemos será suficiente". "Hay que actuar con mucha responsabilidad", sentenció.