Un grupo de unos 200 vecinos se ha dirigido en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane para exponer sus quejas por los ruidos que deben soportar tanto desde la terraza de verano, denominada Pasarela, como por el botellón que se forma en las zonas anexas, criticando la inacción de la Corporación aridanense "que nos da largas y nunca actúa".

Los afectados, con viviendas en la avenida Enrique Mederos y Ramón Pol, recuerdan que todo se inició "el primer día que abrió la terraza", lo que se convirtió "en un escándalo de botellón, de colas para entrar que llegaba al Millennium, ruidos y encima no cerraron a la hora que tenían que cerrar sino superadas las siete de la mañana". Reconocen que "no sabemos qué hacer. Tenemos que dormir, pese al calor, con las ventanas cerradas de la vivienda. Es bulla de los que están dentro, de los que salen, de los que entran, de los que están fuera, el botellón, invaden la vía pública... así no podemos vivir".

Los vecinos ya denunciaron en el ayuntamiento el exceso de ruidos "pero no se nos hizo caso. De todas las denuncias que se presentaron por ruidos, no aparece ninguna. No llegaron a ningún sitio". Están desesperados: "solo aparece una denuncia por el aforo, por lo que el ayuntamiento inició un contencioso y le retiraron la licencia cuando ya estaba cerrada, pero ahora se la han dado de nuevo automaticamente sin ningún problema".

Los denunciantes no están en contra del ocio nocturno ni que "cada uno pueda ganarse la vida como empresario", pero eso sí exigen "que se cumpla con la ley" en lo respecto al sonido; es decir, ocio sí pero respectando el derecho al descanso. Por ello, han solicitado al ayuntamiento que pida al empresario las medidas que se han recogido en el sonómetro de la terraza,

Los vecinos afectados advierten de que el empresario de la terraza "ha pedido una ampliación de aforo. Quiere que en su terraza puedan haber más de 700 personas. Tiene una prisa increíble para que se la concedan". Cuando se enteraron de esta intención "nos echamos manos a la cabeza. Sí ahora tiene un aforo para 149 personas, aunque en realidad no lo cumple, en qué se convertirá esto si le permiten meter más de 700 personas".

Han reclamado esta posible ampliación e incluso esta misma semana se han reunido con el presidente accidental del Cabildo de La Palma, José Luis Perestelo, para que la Institución insular medie e incluso intervenga cuando la documentación de la ampliación del aforo llegue a la institución insular.

Una sanción municipal sin efectos reales

El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane decidió en febrero de 2017 sancionar a la terraza de verano. Fue un expediente que tuvo su origen en las inspecciones llevadas a cabo en septiembre de 2016 en diferentes establecimientos de espectáculos o de venta de bebidas alcohólicas del municipio, con sanciones para aquellos, como ocurrió con la terraza de verano, que en ese momento superaban en más de un 10% el número de clientes que podían estar dentro del recinto. En realidad fue una sanción irreal; es decir, para estos casos se amplica una multa económica para el empresario de entre 15.001 y 30.000 euros al estar tipificada como muy grave, pero en este caso se decidió no multar al tener en cuenta la no reincidencia de este negocio en la comisión de más de una infracción de la ley de actividades clasificadas y espectáculos públicos, lo que atenúa la responsabilidad. Es decir, todo se convirtió más en una amenaza. Es más, tal y como bien recuerdan los vecinos en su queja, se optó por revocar la licencia de la actividad, cuando lo cierto es que el empresario ya tenía cerrado su negocio que tan solo está abierto durante los meses de verano. Fue un expediente sin repercusiones, ya que el promotor de Pasarela tampoco encontró dificultades para recuperar la licencia para abrir en este verano, aunque es cierto que la Policía Local realiza controles en el establecimiento, aunque más vinculados al aforo que a los ruidos, que es de lo que se quejan los residentes en las calles más cercanas.