El conflicto entre la Policía Local de Breña Alta y los gestores municipales se ha enconado hasta el punto de que en una plantilla formada por ocho agentes no hay en la actualidad ninguno a disposición del ayuntamiento para patrullar las calles.

El servicio dispone de un solo agente de segunda actividad, es decir, que por su edad (más de 57 años) asume tareas administrativas y no propias de auxilio de seguridad ciudadana. Cinco de sus compañeros están de baja por enfermedad y otro disfruta de sus vacaciones tras un permiso de paternidad, mientras que el jefe del Cuerpo ha decidido ocupar la plaza que tenía en la capital.

El alcalde, Jonathan Felipe, reconoció que la situación "es compleja", aunque en realidad no es nueva y se arrastra desde hace bastante tiempo. En agosto ya se vivió una situación similar, con la baja de la mayoría de los agentes. El conflicto no parece tener una solución sencilla: "Me gustaría que todo se resolviera, pero ya no sé cómo. Hemos pagado las horas extras y atendido otras demandas, aunque es verdad que han perdido alguna concesión que no era legal, como era el librar dos días por trabajar un festivo".

El regidor municipal es consciente de que "lo que estamos viviendo no es lo mejor para nadie", aunque por ahora no se han producido en el pueblo situaciones destacables de inseguridad ciudadana.

Por su parte, representantes sindicales han criticado "el deficiente número de agentes" que existen en Breña Alta, donde "llegamos a tener hasta once policías, a los que habría que añadir un notificador y una auxiliar administrativo que liberaban abundante carga de trabajo". Se llegaba incluso a realizar turnos nocturnos en determinadas épocas del año.