La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma ha repuesto parte del vallado metálico que delimita la estación de grabados rupestres de La Erita, situada junto al Pico de La Sabina, en los bordes de la Caldera de Taburiente perteneciente a Santa Cruz de La Palma.

Las obras han consistido en la reposición de un sector del vallado metálico que protege los petroglifos de La Erita de los expolios y actos vandálicos, indica el Cabildo de La Palma en un comunicado en el que precisa que se trata de la segunda vez que se realizan trabajos de este tipo en esta estación.

El paso del tiempo, las condiciones extremas del clima en esa zona, la corrosión y, sobre todo, los golpes intencionados para romper los barrotes, habían provocado el desmantelamiento de parte del vallado del lugar, explica.

El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Primitivo Jerónimo, ha señalado que esta acción se enmarca en un proyecto global de protección y conservación del patrimonio arqueológico benahoarita de la isla.

"Desde las instituciones públicas debemos velar por la protección del patrimonio y protegerlo de actos vandálicos que ponen en peligro su integridad, a la vez que apelamos al civismo y a la concienciación. El Cabildo de La Palma seguirá trabajando en esta línea para garantizar a las generaciones futuras el disfrute de este importante legado patrimonial", asegura.

Jorge Pais, inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo, señala que la estación de grabados rupestres de La Erita es uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de la isla.

Se descubrió en 1922 y cuenta con más de 60 paneles de petroglifos de motivos geométricos ejecutados con la técnica del picado.

La estación de grabados rupestres tiene como soporte un enorme dique de basalto, en forma de herradura y fue protegido en 1988 por el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente tras comprobarse el gran deterioro provocado, en su mayor parte, por las acciones de personas que transitan por la zona.