El centro para personas con discapacidad intelectual que el Cabildo de La Palma tiene en Los Llanos de Aridane, denominado Triana, no dispone de aire acondicionado desde su inauguración hace casi una década y sus 57 residentes, además de los trabajadores, deben soportar en ocasiones altas temperaturas, según la denuncia expresada por familiares de los acogidos y que ha sido trasladada en diferentes ocasiones al área insular de Asuntos Sociales.

El propio diseño del centro, con enormes cristaleras en algunas de sus dependencias, favorece además que en el interior del edificio el calor sea una constante durante gran parte del año. "Hay ocasiones en las que nuestros hijos están a 30 y 35 grados de temperatura, lo que afecta a su calidad de vida", afirman familiares de los afectados, quienes advierten además de que algunos de los residentes suman a su alto grado de discapacidad intelectual "problemas respiratorios serios" por diferentes patologías. "Dejarlos salir al patio no es la solución", sentencian.

La institución insular es consciente de la situación en la que se encuentran los residentes. Por ello, hace unos meses "tuvimos una reunión con la consejera de Asuntos Sociales (Jovita Monterrey) y se nos anunció que iban a instalar aire acondicionado en todas las habitaciones", comenta una de las personas afectadas, una actuación que incluso se llevó a cabo y a la que se destinó cerca de 60.000 euros. Sin embargo, una vez finalizada la instalación y cuando se quiso poner en marcha "saltó el diferencial general y se fue la corriente en el centro al no estar preparado. Hasta hoy seguimos igual", subrayan.

Las familias aclaran que "el calor "no es solo en las habitaciones, a la hora de dormir" sino que también es excesivo "en las zonas comunes", como talleres, el comedor, la enfermería, baños, aseos...

En la denuncia quieren hacer especialmente hincapié en que esta situación no tiene "absolutamente nada que ver" con la empresa que gestiona el servicio, por concesión administrativa, "con cuyo trabajo estamos plenamente satisfechos". Es "un problema del Cabildo que como propietario del centro debe dotarlo de aire acondicionado".

La realidad es que cuando se acabó la construcción de Triana, el arquitecto redactor del proyecto fue consultado por los responsables del área por la posibilidad de instalar una red de aire acondicionado en todo el edificio, integrado en el inmueble, coste previsto incluso por la institución insular, pero el técnico en aquel momento expresó su disconformidad basándose en que el propio diseño del edificio permitiría una ventilación natural adecuada. Una apreciación que choca de frente con la realidad.