La empresa pública Sodepal, dependiente del Cabildo de La Palma, comercializa productos agrícolas foráneos "única y exclusivamente" cuando en la Isla "no hay cosechas" y se deben cumplir "con unos compromisos adquiridos".

Ante la denuncia del Partido Popular, a través del consejero Carlos Cabrera, que cifra en unos 175.000 euros el dinero destinado en los diez primeros meses de este año a la compra de productos de fuera de La Palma, lo que supone cerca del 40% de la inversión, fuentes vinculadas directamente a la comercialización de Sodepal afirmaron a esta redacción que "decir o dejar entrever que se recurre a frutas, hortalizas o verduras del exterior en lugar de comprar las que se cultivan en la Isla es mentir descaradamente a los ciudadanos, sobre todo cuando quienes lo dicen saben perfectamente en qué momento, bajo qué condiciones y las razones por las que esas compras se han hecho ahora y siempre". En realidad, en mayor o menor medida, "no son una novedad".

Las mismas fuentes, ajenas al gobierno insular pero vinculadas a la empresa, aclaran que "determinados productos en determinadas épocas del año no hay en La Palma. No hay cosechas de lo que se comercializa por las razones que sea. Sin embargo, el compromiso para mantener al cliente es que tienes que servirle durante los doce meses. Si en la Isla no hay, ¿qué haces? ¿Rompes los compromisos y perjudicas también al agricultor de la Isla el resto de la temporada? Eso es lo que habría que cuestionarse. Una cosa o la otra". "En ese caso es cuando se opta por comercializar productos foráneos, pero en ningún caso para competir con lo nuestro. Si hubiera en La Palma es una falta de sensibilidad tremenda llegar a pensar que se trae de fuera", sentencian.

Estos interlocutores sí discuten "el trabajo de planificación" para la plantación de las cosechas en el territorio insular, es decir, que Sodepal disponga de agricultores capaces "de ofrecer determinados productos todo el año", que, según estas fuentes, "se puede hacer si se hace de forma correcta". Ese aspecto "es mejorable, ya que tener que recurrir a la compra externa sí es verdad que no es lo recomendable ni cumple con los objetivos de este proyecto, y si esa fuera la denuncia se podría incluso plantear y discutir".

Y es que en este caso "se ha optado" desde el Partido Popular "por lanzar a la opinión pública de forma simplista que casi el 40% de los productos de Sodepal son foráneos, sin explicación alguna, lo que es tratar de confundir a la gente por razones políticas y no por el interés de cambiar las cosas", cuando lo cierto es que "sí hay otros aspectos que no se han hecho de forma correcta y que son muy discutibles", como, por ejemplo, "que haya desaparecido la venta de productos envasados (IV Gama) o la pérdida de clientes mayoritarios".

El consejero de Podemos, Dailos González, también ha valorado la compra de productos foráneos desde Sodepal, afirmando que "las medidas destinadas a promover un cierto desarrollo de la producción agrícola insular (aclara que más allá del monocultivo) terminan beneficiando de nuevo a la importación. Y mientras, entrando plagas que terminan por destruirnos". Sobre la necesidad de satisfacer contratos con productos que en determinadas fechas no hay en la Isla, González dice que "no solo es que existan cámaras frigoríficas, sino que dependiendo de la época del año, incluso con productos importados, los productos hortofrutícolas a vender son diferentes". De todos modos, sostiene, "al final resulta que es un problema de este sistema donde se exige tener disponibles productos frescos de invierno en verano y productos frescos de verano en invierno. Ni siquiera cuando por fin vamos a tener cláusulas sociales y medioambientales es posible plantear el kilómetro cero en los contratos de suministro porque la ley lo impide. Libre mercado, lo llaman, que termina por ahogar a la producción local y beneficiar a las grandes empresas multinacionales".

A diferencia del Partido Popular, "mi planteamiento no es que en otras legislaturas Sodepal funcionó mejor. Con otros responsables políticos, Sodepal ya era este cajón de sastre donde cabe lo mismo la ayuda a la comercialización de la producción hortofrutícola y a la industrialización, como la organización de eventos lúdico-deportivos, siendo estos últimos los que más gastos generan. Dicen que esos eventos incentivan el desarrollo porque atraen turismo y generan consumo. Mientras, la economía productiva (no en el sentido monetario) languidece".

Dailos González hace especial hincapié en que la Isla se está quedando "cada vez más alejada de la soberanía alimentaria, acentuando su dependencia del exterior y quedando más vulnerables ante cualquier coyuntura internacional que afecte al tráfico de mercancías".