El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos, tomó ayer la decisión de ordenar a la Policía Local que cerrara con sus vehículos los accesos a la calle o''Daly (Real) a partir de las diez de la mañana para evitar que los furgones de carga y descarga entraran en la que es la principal arteria comercial de la ciudad.

Esta postura drástica se produce ante las denuncias ciudadanas y también de diferentes grupos políticos por el incumplimiento del horario establecido para servir mercancía a las empresas con vehículos a motor por la calle Real, desde la plaza de la Constitución hasta la avenida del Puente. El límite salvo que se obtengan permisos para situaciones especiales es hasta las diez de la mañana, lo que habitualmente se sobrepasa con cierta permisividad.

La convivencia entre peatones y vehículos en esta arteria comercial, donde además algunos establecimientos de restauración cuentan con sus terrazas, es aún más compleja en fechas como la Navidad, cuando se multiplica el número de ciudadanos que por las compras se desplazan al "corazón" de la ciudad, a lo que se unen miles de cruceristas.

Matos informó a esta redacción de que el jueves "nos avisaron de que a las once de la mañana todavía había vehículos de carga y descarga en plena calle Real", por lo que "hemos decidido tomar esta medida para avisar a los transportistas de que el horario es el que es, solo pueden estar hasta las diez y las empresas deben organizarse, y si hay que sancionar, se sancionará porque ha llegado a un momento en el que debemos tomar medidas".

El alcalde hizo hincapié en que "a pesar de que estamos en épocas navideñas y de que se ha generado un debate sobre el tránsito de vehículos por la calle Real, algunos siguen incumpliendo el horario". A propósito, avisó de que "seguiremos tomando todas las medidas que sean necesarias".