El Cabildo de La Palma anunció hoy el inicio de la segunda campaña de excavación en la necrópolis benahoarita de La Cucaracha, en Mazo, en donde aún hay zonas intactas que pueden aportar datos fundamentales y desconocidos sobre los ritos funerarios que practicaron los antiguos pobladores de la isla.

En un comunicado de la corporación insular se indica que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico financia con 9.000 euros la continuación de los trabajos que se iniciaron el año pasado y que se prolongarán a lo largo de 2018 con la intención de revelar las costumbres de la población aborigen de La Palma en torno a la muerte.

El consejero del área, Primitivo Jerónimo, destaca la importancia y el interés de este tipo de trabajos científicos para el conocimiento de las costumbres funerarias de los aborígenes palmeros.

"Desde el Cabildo vamos a continuar con el apoyo decidido a estas investigaciones que permiten recuperar el protagonismo que antaño tuvo nuestra isla en este campo y promueve el interés de la sociedad palmera y de quienes nos visitan por conocer más sobre el tema", asegura Jerónimo.

El equipo multidisciplinar que avanzará en los trabajos de excavación en La Cucaracha está dirigido por la arqueóloga y bioantropóloga Nuria Álvarez; el doctor en Arqueología y director del Museo Arqueológico Benahoarita, Jorge Pais; el restaurador especialista en el tratamiento de restos arqueológicos, Jorge Afonso, el biólogo y fotógrafo Antonio Camacho y Eduardo Díaz, responsable de los trabajos de diseño en soporte informático.

Jorge Pais, inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, resalta el hecho de que, a pesar de haber sido excavada en 1963 por Miriam Cabera, la necrópolis de La Cucaracha aún conserva zonas intactas que pueden aportar datos sobre los ritos funerarios que practicaron los benahoaritas centrados en la cremación de cadáveres, un asunto sobre el que apenas se ha investigado nada ni en La Palma ni en el resto del Archipiélago.

Nuria Álvarez señala que en esta nueva campaña se abrirán nuevas zonas susceptibles de contener un mayor número de restos humanos con el objetivo de realizar análisis de Carbono 14, a la vez que se amplía el área de los trabajos arqueológicos.