Hasta 70 pequeños seísmos se han registrado durante los últimos tres días en el volcán Cumbre Vieja, aunque ninguno de ellos ha sido sentido por la población por su baja intensidad y por la elevada profundidad a la que se están repitiendo, según se puede observar en el visualizador de terremotos próximos del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Los movimientos contabilizados entre los días 12 y 14 de febrero han tenido una intensidad de entre 1,5 y 2,6 en la escala sismológica de Richter, a una profundidad desde los 14 a los 30 kilómetros. La mayoría de ellos se sitúan en la zona de Los Canarios, en Fuencaliente, y en El Pueblo, Villa de Mazo, aunque también se han registrado en El Paso y Tazacorte.

El IGN amplió su red en Cumbre Vieja tras el emjambre sísmico registrado en el volcán durante el pasado mes de octubre, contando con ocho estaciones sísmicas, cuatro antenas GPS (más una de Grafcan) y una estación de medida de radón en continuo. Llegó incluso a tomar muestras de aguas subterráneas para su análisis. Un despliegue que hace que el volcán esté más controlado que nunca y sean detectables prácticamente cualquier movimiento subterráneo que se produzca.

Los especialistas siguen manteniendo que se trata de una actividad que no tiene una significación especial; es decir, no indica ni mucho menos que se vaya a producir, al menos por ahora, una erupción volcánica, y la encuadran dentro de la normalidad de una isla activa. Otra cosa sería que los seísmos aumentaran en intensidad, fueran más cercanos a la superficie e incluso se produjeran deformaciones del terreno, de lo que por ahora no hay ninguna constancia.