Hace casi 120 años naufragó frente a Bermuda el velero más célebre construido en La Palma, La Verdad. Ahora su campana retornará a la isla canaria, a bordo de la réplica de la nao Santa María, tras ser donada por el ciudadano estadounidense que la compró a un anticuario en 1979.

Carmen Concepción, directora del Museo Naval de Santa Cruz de La Palma, adonde regresará la campana de "La Verdad", explica que el retorno se producirá a bordo de la nueva nao Santa María, reproducción de la carabela homónima de Cristóbal Colón, cuya botadura está prevista para el 18 de marzo en Punta Umbría.

La llegada de la campana a la isla, previsiblemente el 6 de abril, es un "hito histórico que cierra un viaje truncado por aquel naufragio y completa la colección del Museo Naval, donde se guardan documentos de este velero construido en la isla en 1873 y que naufragó en la costa de Bermuda en 1899", detalla Carmen Concepción.

En el siglo XIX La Palma tuvo una gran emigración de braceros que iban a Cuba a trabajar en la zafra del azúcar y provocó que en la isla se desarrollase una intensa actividad naval de construcción de veleros para el transporte de personas y mercancías a ambos lados del océano, y de casas consignatarias que explotaron ese mercado.

El asentamiento desde finales del siglo XVIII de la familia Arozena en Santa Cruz de La Palma dotó a la isla de una saga de constructores navales, que llegaron a botar barcos de más de 500 toneladas.

Una de las embarcaciones que adquirieron mayor fama en aquellos años fue el bergantín de tres palos La Verdad, botado en Santa Cruz de La Palma en 1873, con 700 toneladas y 40 metros de eslora.

Su diseño fue obra de Sebastián Arozena, posiblemente el más aventajado constructor naval que ha dado La Palma, tras ser encargado por la sociedad Juan Yanes e Hijos para dar servicio a la línea con el Caribe y América.

La Verdad fue realmente célebre en la época ya que llegó a hacer el trayecto entre La Palma y la Habana de Cuba en 18 días, pero sus días de gloria acabaron en 1899 en la costa de Bermuda, después de que la nave embarrancase en un bajo y se fuese a pique.

Afortunadamente se salvó su tripulación, la mercancía -pipas de aguardiente- y parte del equipamiento de la nave.

Entre los supervivientes del naufragio estaba la campana, de casi 40 centímetros de altura, forjada en bronce con su nombre y fecha de botadura grabados.

Esa campana volvió de la niebla de la historia de la mano del abogado y navegante estadounidense Thomas Cox, residente en Portland y que la compró en un anticuario en 1979.

Explica Carmen Concepción que Cox tuvo siempre la intriga del origen de la campana, que sólo mostraba su nombre en castellano y una fecha.

Finalmente, en el Museo Peabody Essex de Massachusetts halló la respuesta al encontrar el nombre de La Verdad entre los barcos asegurados por la compañía británica Lloyds.

En ese momento Thomas Cox concibió su plan de devolver la campana a su lugar de origen y tras enterarse de que un barco de época, el galeón Andalucía, tenía previsto atracar en 2015 en Portland, contactó con la Fundación Nao Victoria, propietaria de esta embarcación, para devolverla a un museo marítimo en Canarias.

Al publicarse esta historia a internet Carmen Concepción contactó con Thomas Cox para "ofrecer un nuevo hogar" a la campana de La Verdad, que ha iniciado desde la costa americana su singladura de vuelta a su isla natal.

La campana se convertirá en una de las piezas destacadas de la colección del Museo Naval, que alberga el Barco de la Virgen -la reproducción insular de la carabela colombina- que es obra de Armando Yanes, sucesor de la casa consignataria que encargó la construcción de La Verdad.

Pero las casualidades no acaban aquí, puesto que el esposo de Carmen Concepción es bisnieto de Sebastián Arozena, el constructor naval que ideó La Verdad y que fue premiado en la época en Filadelfia por su diseño.

En la llegada de la campana en La Palma estará presente además Thomas Cox, que viajará desde Estados Unidos para el acto previsto para el 6 de abril, seis días antes de que se conmemore el aniversario de la botadura del barco, el 12 del mismo mes de 1873.

La llegada de la nao Santa María a La Palma coincidirá además con la celebración del 525 aniversario de la fundación de su capital, donde permanecerá atracada hasta el 9 de abril, cuando zarpará rumbo a América.