Convertir Los Llanos de Aridane en un municipio seguro para los peatones es uno de los principales objetivos del plan de mejora que ha puesto en marcha la Concejalía de Seguridad Ciudadana.

Una iniciativa que en su primera fase ha supuesto una inversión superior a los 50.000 euros y que comprende la instalación de reductores y controladores de velocidad, así como pasos de peatones luminosos, al igual que los radares, que invitan a los conductores a cumplir las normas y límites establecidos en las vías urbanas y que, por extensión, velan por la integridad de los peatones.

El concejal responsable del área, Mariano Hernández Zapata, afirmó que la intención del Grupo de Gobierno es la de “continuar trabajando en la senda iniciada, reforzando las medidas físicas instaladas y programadas a lo largo del año con la puesta en marcha de campañas periódicas de controles en las vías municipales a cargo de la Policía local”.

En lo que a los controladores de velocidad se refiere, el edil valoró que “se trata de una medida que recuerda a los vehículos la necesidad de disminuir la velocidad al circular en puntos estratégicos, por los que diariamente transitan niños, jóvenes y adultos en general, así como por calles de gran longitud en las que los coches exceden los límites de velocidad permitidos”.

El concejal destacó que en los últimos días se han instalado reductores de velocidad en las céntricas calles Fernández Taño y La Salud, en la calle Guayafanta del barrio de La Montaña, así como pasos de peatones elevados en la Avenida Eusebio Barreto que obligan a frenar a los conductores en el entorno del Instituto, al que se sumará el previsto para el Centro de Educación Infantil y Primaria El Roque.

“Además, y a pesar de no tratarse de una vía de competencia municipal sino del Cabildo Insular de La Palma”, matizó el concejal, “el ayuntamiento ha decidido tomar medidas a raíz de los atropellos de peatones que han tenido lugar en la carretera general de Puerto Naos, a la altura del Parque Antonio Gómez Felipe”. Para ello, se ha procedido a adquirir e instalar en el paso de peatones un sistema de alerta luminosa que recuerda a los vehículos la necesidad de limitar la velocidad en este punto crítico.

El plan de mejora incluye la puesta en funcionamiento del controlador de velocidad en el barrio de Triana, en la calle Pedro Miguel Hernández Camacho, donde los vehículos no pueden superar los 30 kilómetros por hora y donde según las mediciones realizadas por la corporación, “se cometen numerosas infracciones”.