Pedro Rodríguez Castaños te traslada a aquellos tiempos en los que los políticos eran señores, en el sentido más extenso de la palabra. Que se sentaban en la bancada para buscar una solución para sus vecinos. Que al acabar los plenos se iban al bar no para ver el fútbol, sino para seguir hablando de los problemas de la ciudad. Que tenían globalmente más nivel y menos intereses. Más amor por su tierra. Concejal, consejero, miembro del Consejo Económico y Social, representante de la Real Sociedad Económica...

La conversación comienza con una pregunta digamos que sencilla: ¿cómo está Santa Cruz de La Palma? La respuesta es contundente: "Santa Cruz de La Palma no está bien ni económica ni socialmente. Es una ciudad abandonada, a la que no le tienen cariño. Una capital que tratan de desnudar por todos lados". No rebaja el listón de su alegato y de verdad siente, como muchos de los ciudadanos, que en la capital "no hay ni una sola cosa que salga adelante. Miras de abajo arriba y de arriba a abajo y te das cuenta que todo está parado".

No le gusta señalar culpables. Es más, lo de personificar lo ve injusto. Eso sí, está convencido de que "el alcalde (el socialista Sergio Matos) abandona porque se ha dado cuenta de que con el equipo que tiene no llega a ningún lado. Y no solo lo digo aquí, se lo he dicho a él personalmente".

A su juicio, Santa Cruz de La Palma lleva tiempo "sin tener la corporación que se merece. No hablo de ninguna persona, sino en general. El nivel político ha caído. No digo que sean mala gente. Al contrario, son buenas personas. Pero a bastantes les faltan conocimientos. En los años 80 todos (los ediles) hablábamos, teníamos responsabilidades, salíamos juntos para hablar de los problemas de la ciudad... personalmente creo que para ser concejal de la capital debería ser obligatorio conocer al menos su historia".

Es sencillo identificarse con su mensaje, con el convencimiento de cada frase, sobre todo aquellos que han vivido los mejores años de la capital. Él dice lo que muchos callan. Al pedirle que sea más concreto en el abandono que afirma que sufre la ciudad, Rodríguez Castaños se pregunta "qué ha pasado con el nuevo centro de salud, que llevamos tanto tiempo necesitando los que aquí vivimos y parece como si nadie fuera capaz de reclamar, o con el traslado del Hospital de Dolores al Hospital de las Nieves, al que deben ir muchas personas mayores; por no hablar del túnel a la Grama, que prometieron tantas veces y que no se ha hecho nada, cuando es una necesidad para Santa Cruz de La Palma increíble porque no es lo mismo que un camión cargado de plátanos pueda bajar directamente por el túnel al puerto que dar toda la vuelta por la carretera. ¿Y qué se ha hecho?, absolutamente nada".

Tiene cada plan incumplido en la cabeza. Lo sufre. Las mentiras sobre una ciudad le alteran. Y es que mantiene incluso que el Cabildo "tampoco ha tratado bien a Santa Cruz de La Palma. ¿Cuánto se gasta de verdad en el Love Festival? ¿Y en Sodepal? Encima se sigue invirtiendo más dinero en el puerto de Tazacorte. Yo me pregunto para qué. ¿Piensan llevar contenedores por allí?, ni lo sueñen. Y aquí, en la capital, mientras tanto seguimos a la espera desde hace muchísimos años de la estación de guaguas, en la que están previstas 800 plazas de aparcamiento".

Los problemas caseros no se le escapan. Patea las calles. Conoce cada rincón del casco. Y por ello tiene argumentos para discutir incluso la planificación en la recogida de la basura: "No podemos olvidar que somos una ciudad pequeña, con un gran patrimonio histórico. Nunca se podía haber permitido la política actual de la recogida de la basura. Nuestros callejones son estrechos y no nos podemos permitir el lujo de tener unos contenedores asquerosos que los hueles hasta cuando pasas por la acera de enfrente. Aquí la basura se tiene que recoger con camiones pequeños, casa por casa como antes. Somos una ciudad antigua y un papel que caiga en la calle la hace sucia".

Entre unas cosas y otras, lo cierto es que Santa Cruz de La Palma "lleva muchos años perdiendo protagonismo. Me atrevería a decir que cada vez pinta menos en el contexto del Archipiélago y en el contexto insular. Le voy a decir una cosa: Antonio Sanjuán tenía sus cosas buenas y sus cosas malas, pero hacía respetar a la capital donde fuera y ante quien fuera. Después de él, los alcaldes que han pasado por el ayuntamiento han tenido miedo de buscar enfrentamientos por defender a la capital, cuando simplemente es hablar sin enfrentarte a nadie. Así nos ha ido. Otros no han tenido miedo ninguno a enfrentarse a Santa Cruz de La Palma, incluso públicamente", sentencia Rodríguez Castaños.

Entiende que los políticos municipales "se pierden muchas veces discutiendo estupideces, cuando lo que nos falta son proyectos. No saben la ciudad que quieren para el futuro y eso sí me preocupa". "Han dejado incluso que muchas personas se empadronen en otros municipios en segundas residencias por razones fiscales, perdiendo ingresos el ayuntamiento, aunque son ciudadanos que en realidad siguen viviendo aquí". "¿Sabes?, Santa Cruz de La Palma ya no es Santa Cruz de La Palma", subraya.

R. Castaños

del consejo económico, amigos del país, exedil y exconsejero insular