La Palma supera la media regional en la tasa de recogida selectiva de vidrio y papel y cartón en 2017, según los datos publicados en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). El Consorcio de Servicios de La Palma destaca que la tasa de separación de vidrio de la Isla está cifrada en 22 kilos por año y habitante, frente a la media de 18,5 kilos que recicla cada ciudadano en Canarias.

Una diferencia que también afecta a la recogida de papel y cartón, que en la Isla refleja una tasa de 14,1 kilos por persona y año, siendo superada únicamente por El Hierro y estando dos kilos por encima de la media del Archipiélago, situada en 12,2 kilos al año.

El gerente del Consorcio de Servicios, Álvaro Duque, también resalta los datos de la recogida selectiva de envases ligeros, que registró en La Palma el año pasado una tasa de recogida de envases de 8,6 kilos por habitantes, un dato muy próximo a la media regional, que es de 9,4 kilos por persona, por lo que es necesario mejorar.

En su opinión, son "el resultado de una mayor participación de la población en el cuidado y en la preservación del medio ambiente".

Además, el gerente del Consorcio de Servicios recuerda que la Isla también cuenta, desde el ejercicio de 2016, con la recogida separada de biorresiduos. Este es un servicio que comenzó a prestarse, como proyecto piloto, en el municipio de El Paso y que se ha ampliado hasta los municipios de Los Llanos de Aridane y de Fuencaliente. Al tiempo, Álvaro Duque adelantó que la previsión es comenzar con la recogida separada de biorresiduos en otros municipios a corto plazo.

Ese es uno de los retos que se plantea el Consorcio de Servicios. Con todo, Álvaro Duque admite que "aún queda mucho trabajo por hacer" y recuerda que "La Palma tiene en la actualidad un potencial de recuperación de residuos del 57%".

Los datos relativos al ejercicio 2017 muestran que la recogida puerta a puerta que se lleva a cabo en los comercios de Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane, municipios en los que se ha implantado este sistema, permite una tasa de recogida anual de 1,5 kilos por habitante, una cantidad que aún se encuentra muy por debajo de la registrada en el conjunto de Canarias, que está situada en 2,5 kilos por habitante.

La Palma se convirtió, en 2015, en la primera isla de Canarias en gestionar todos los residuos que genera. Ese año se implantó la recogida selectiva de biorresiduos en el municipio de El Paso, "un proyecto ambicioso con el que pretendemos concienciar e implicar a la sociedad palmera en la importancia de separar en origen todos los residuos que generamos con el fin de facilitar su posterior gestión". Los biorresiduos son aquellos biodegradables de origen animal o vegetal que pueden degradarse biológicamente. Los mismos se recogen con el uso de los contenedores marrones.