Has leído las críticas. Sabes de los retrasos. Te han llamado para denunciar los atascos... Y decides ir. Sabes que el recorrido afectado discurre entre San Simón y Tajuya. Es la carretera del sur, para la que en 2013, hace ya cinco años, se autorizó un gasto superior a los 120 millones de euros.

El primer tramo a visitar llega hasta Los Canarios. Unos 15 kilómetros por la LP-2. No te encuentras a ningún obrero. Ni a uno. En todo ese trayecto no se está trabajando. Apenas alguna pala echada a un lado, que acabas dudando si es de la propia obra o de cualquier otra actuación. Allí está. Se circula bien, como antaño, pero a los lados sorprenden las ampliaciones de carril a medio acabar, bloques de grandes dimensiones rojos y blancos para delimitar la vía, amontonamiento de piedras, paredes de contención en diferentes partes del recorrido, una caseta de obra que los lugareños comentan que se usa cuando llueve para esperar a la guagua...

Es cierto que a partir de Puente Roto la mejora del asfalto y de la propia plataforma de la vía es notable, con un carril incluso para vehículos lentos en un tramo de la carretera, pero después de haber comprobado lo que has dejado atrás, resulta complejo adivinar cómo se planificó la obra. A qué se decidió dar prioridad. Se abrieron carriles que quedaron a la mitad. Analizando lo que te encuentras, la sensación que obtienes es que en un momento dado, así tuvo que ser, alguien tomó la decisión de desviar el personal hacia la zona de Las Manchas, dejando la vía hasta Fuencaliente como un puzle de mil piezas con la mitad sin encajar.

Tras superar Los Canarios, un cartel de grandes dimensiones te avisa de lo que viene: "Cortes intermitentes en la vía por tiempo superior a 20 minutos". Y sí es verdad. Decides seguir y hacer otro pequeño tramo. Hasta Jedey. A las 8.28 de la mañana, te encuentras a operarios poniendo conos en la vía. Te levantan la "paleta" y frenas. Eres el primero de la cola. Van llegando coches. Incluso dejan pasar a un camión seguramente de la obra que se encontró con el atasco. Esperas hasta las 8,45. 17 minutos. Cuando te permiten seguir, es por un tramo de tierra durante un kilómetro. Ya sabes dónde metieron a los operarios. Otro tramo sin que nadie te diga nada y, nueva parada. Ahora más corta, cerca de 10 minutos.

Es complicado estimar el tiempo que tardas en ir de Los Canarios a Jedey, sobre 12,7 kilómetros. En realidad, depende de la suerte. Un dato: en los cinco kilómetros aproximadamente que van desde la pizzería Evangelina hasta la subida a Mendo, hay tres señaleros. Si al pasar por ellos, no hay vehículos de trabajo en la calzada, todo se hace más fácil. Eso sí, siempre por una vía donde hay que extremar las precauciones. Si por el contrario, te paran... se hace eterno.

Las obras oficialmente acaban un "poco" más lejos, en Las Manchas, pero la crónica llega hasta Jedey antes de regresar a Los Canarios. Ya fue más que suficiente para comprobar las incomodidades de los usuarios de la vía y, sobre todo, para tener claro que para finalizar la carretera en su totalidad, incluyendo el carril bici proyectado, se tardará años. Quizás hasta algún lustro. Al tiempo...