El PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, a través de la concejal Marta Poggio, considera que la inminente puesta en funcionamiento de las compuertas en la bocana de la marina, que posibilitará el atraque de embarcaciones en condiciones más favorables, debe invitar a todos los grupos municipales a la búsqueda de alternativas para reactivar la actividad comercial en esta instalación.

Poggio expone que en sus inicios Marina La Palma fue "un foco de atracción para diferentes empresas, que apostaron por crear allí sus negocios", lo que hizo que se convirtiera "en un espacio muy frecuentado" por los residentes y visitantes. Llegó a disponer de diferentes restaurantes, tiendas de ropa, albergó una terraza de verano e incluso un supermercado. Sin embargo, "de aquella ilusión del principio ya no queda prácticamente nada", y en la actualidad "la actividad se ha reducido de forma considerable, a pesar de su indiscutible atractivo".

El Grupo Popular deja claro que las nuevas compuertas "no son la solución", ya que lo primero que se debe tener en cuenta es que el alquiler de los locales en la marina "es elevado para el volumen de negocio" de las empresas instaladas en este recinto, un hándicap que "fue insalvable para muchos empresarios".

Poggio es consciente de que Marina La Palma pertenece a un grupo empresarial privado, por lo que "el ayuntamiento no puede actuar por sí solo para intentar dar vida" a esta instalación, de manera que plantea la creación de una comisión en la que estén presentes la corporación local, la Autoridad Portuaria y los propietarios de este recinto, "en la que se pongan sobre la mesa las opciones que existen para revitalizarlo".

La edil popular entiende que "para reducir los precios de los alquileres, y recuperar el interés de los empresarios, la Autoridad Portuaria debería estudiar como primera medida rebajar el canon que pagan los propietarios de La Marina", mientras que la colaboración del ayuntamiento "debe concentrarse en la organización de actos en esta zona", que dispone de una gran plaza en su segunda planta, para aumentar el interés por visitarla.

Poggio expone que "de una u otra manera" hay que busca una solución a la marina, "y entre todos debemos lograrla", ya que ahora mismo "lo que tenemos es una construcción sin aprovechar que da hasta tristeza ser visitada", a pesar de la calidad de los escasos establecimientos que se mantienen abiertos.