Decenas de personas se concentraron ayer en la oficina de Endesa en Los Llanos de Aridane, después de que en los últimos días hayan sufrido cortes en el suministro eléctrico de sus viviendas al superar la potencia que tenían contratada, lo que se está produciendo después de la instalación de los denominados contadores inteligentes.

Una gran número de afectados, al menos de lo que se acercaban a la oficina, en la que tan solo estaban de servicio dos trabajadores a pesar de cubrir la demanda de todo el Valle de Aridane, eran personas de avanzada edad, que mostraban su extrañeza y malestar por lo ocurrido y aseguraban, en algunos casos, no ser conscientes de haber recibido por medio alguno aviso de la compañía eléctrica sobre las consecuencias que podía acarrear su contrato o el estado de la instalación eléctrica de sus viviendas.

La realidad es que los nuevos contadores de telegestión se encargan de controlar la potencia contratada por cada cliente y desde hace dos meses se pone en marcha esa función por oleadas, lo que ha ocurrido ahora en el Valle de Aridane. Es decir, que el propio contador "desengancha" el suministro cuando detecta que se supera el límite pactado por cada cliente.

Los trabajadores de Endesa explicaron detenidamente a los afectados la potencia de sus contratos, haciendo especial hincapié en la necesidad de que la instalación eléctrica de sus viviendas reúna unas condiciones mínimas o, en caso contrario, debe ser reformada en un plazo de 30 días, tiempo en el que se desconecta el controlador de potencia, para disponer del suministro que necesitan.

"Un total despropósito"

María Victoria Hernández, que se encontraba en la puerta de la oficina de Endesa junto a familias afectadas, ha expresado que "en algunos casos se ha cortado la luz desde el viernes", destacando que entre los afectados están "personas dependientes y encamadas, mayores, casas con niños...". Explicó que "fundamentalmente se trata de que tienes una potencia contratada y utilizas, en mi opinión sin mala fe y desconocimiento, una mayor". A su juicio lo que estaba ocurriendo era "un total despropósito".