El primero de los dos aviones de la compañía Iberia que ayer realizó la ruta La Palma-Madrid, cuya hora de partida era las 11:15 horas, retrasó su despeje durante 3 horas y 45 minutos, después de que un pájaro impactara en el motor derecho de la aeronave.

Cuando los pasajeros se encontraban dentro del avión a la hora inicialmente prevista, el comandante informó del impacto que se había detectado en las comprobaciones rutinarias que se realizan del aparato antes de cada despegue, señalando que estaba a la espera de que los técnicos de mantenimiento de Madrid tomaran una decisión al respecto.

Después de unos minutos, el comandante decidió el desembarco del avión. El incidente dejó al descubierto que el aeropuerto de La Palma no tiene equipo de mantenimiento para estos casos, por lo que se tuvo que desplazar a la Isla en el vuelo de la compañía Binter Canarias de las 13:30 horas un técnico con base en Tenerife, según fueron informados los pasajeros afectados.

Ante el retraso que se estaba acumulando, Iberia se encargó de abonar una "ligera" comida a los viajeros. Para ser más exactos, cada uno de ellos recibió un bono de 13 euros.

El segundo de los vuelos previstos ayer por Iberia entre La Palma y Madrid salió a la hora prevista: las 14.15 horas, mientras que los que tenían que partir por la mañana aún esperaban en la terminal. Al final, una vez que el técnico competente comprobó que no había ningún daño de consideración que impidiera el vuelo, el viaje se inició sobre las 15:00 horas.

Algunos pasajeros se mostraron sorprendidos gratamente por la actitud del piloto, que en la puerta de la cabina (estaba colocado el finger o pasarela de acceso a la aeronave) fue saludando a cada uno de los pasajeros e interesándose por el trato que habían recibido de la compañía durante el tiempo de espera.