Los propietarios de un conocido restaurante ubicado en el sur de Tenerife, además de estar vinculados directamente al sector de la acuicultura, son los nuevos dueños del edificio Millennium, cuyo multicines, el único del Valle de Aridane y que era la referencia en la actividad que se desarrollaba en el inmueble, cerró hace casi un año y medio.

Los anteriores responsables de este inmueble, que no los arrendatarios de los locales que han estado en explotación, el único que aún funciona es la sala de juegos tras el cierre también de negocios de ocio nocturno, acumularon diferentes deudas por importantes cuantías, especialmente de carácter financiera aunque también con Hacienda, la Seguridad Social, la Sociedad General de Autores e incluso con el propio Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, al no hacer frente a tasas e impuestos municipales.

La angustiosa situación económica derivó en una ejecución hipotecaria a cargo de la entidad que había financiado, al menos en parte, la construcción del edificio, por unos tres millones de euros, con un largo proceso judicial de por medio. La negociación entre la financiera y los nuevos propietarios del Millennium finalizaron con éxito, según ha podido saber esta redacción, hasta el punto de que los empresarios han iniciado contactos con las instituciones para salvar la deuda que se acumula de los 15 años, en concreto del último lustro, que funcionó el multicines.

Los nuevos responsables del Millennium, ubicado en el casco urbano de Los Llanos de Aridane, están dispuestos a realizar una inversión notable para la remodelación de un edificio en parte abandonado, con el objeto de ofrecer servicios de calidad. Hasta el momento, la actividad empresarial de los inversores, de procedencia palmera, ha estado marcada por la seriedad y los buenos resultados en los proyectos en los que han estado inmersos.

Las mismas fuentes han subrayado que además de reabrir el multicines, está sobre la mesa a qué dedicar el resto de los locales a explotar en este complejo, sin que se descarte la posibilidad de una apuesta más vinculada a la hostelería que al ocio nocturno, al contrario que hasta ahora.