"Queremos almacenar la mayor cantidad posible de pipas en La Laguna de Barlovento, pero evitando los riesgos de que se pueda romper y con todo el control técnico necesario porque la realidad del embalse es la que es y todos sabemos que está limitado por su estado".

Las declaraciones a esta redacción del consejero insular de Aguas, José Luis Perestelo, se producen antes las críticas por el agua que se pierde sin que pueda entrar en el mayor embalse de Canarias.

Perestelo anunció que el Consejo Insular de Aguas, junto al ingeniero que dirigió la obra de reparación de La Laguna de Barlovento en 2012, están valorando la instalación de sensores "para lograr un control monitorizado" del embalse.

La idea es aumentar en algo más de cuatro metros la cota límite de llenado de la balsa, hasta alcanzar los 710 metros, cuando en la actualidad está por los 705,7. Con esta variación se aumentaría la capacidad en más de 700.000 metros cúbicos.