El Pleno del Cabildo de La Palma ha aprobado la versión definitiva de las normas de conservación del monumento natural de Volcanes de Teneguía y el estudio ambiental estratégico, indispensable para la construcción del balneario en la Fuente Santa.

En el debate de este acuerdo, el Partido Popular, a través de su portavoz, Carlos Cabrera, razonó su abstención en la decisión del grupo de gobierno (PSOE-CC) de descartar la inclusión de 20 camas destinadas exclusivamente a la estancia y pernoctación de los usuarios de la infraestructura termal, que sí se incluían en el documento inicial sobre la construcción del balneario.

El gobierno insular decidió eliminar o, para ser más exactos, no incluir estas camas por la supuesta advertencia de Costas sobre el desarrollo de carga alojativa en un espacio protegido y dentro del dominio marítimo-terrestre.

La idea de CC y PSOE es que la construcción del balneario no se vea de nuevo frenada por una cuestión documental o de inseguridad jurídica motivada por estas camas, sopesando además los litigios judiciales a los que determinados colectivos recurren con asiduidad para frenar el desarrollo turístico, también social, de la Isla.

Carlos Cabrera explicó que "no ha habido ni una reunión con Costas para ver la posibilidad de estas 20 camas", que a su juicio darían un colchón económico para que la construcción y puesta en uso del balneario sea más rentable.

El presidente insular, Anselmo Pestana, prefirió quedarse con lo que a su juicio es lo más importante: "Todos estamos de acuerdo con la construcción del balneario, que tiene su plan de viabilidad".

La construcción, en 2020

El trámite, aunque de importancia notable, aprobado ayer por el Cabildo no significa, ni de lejos, la construcción inminente del balneario. El expediente del centro termal será ahora remitido a la denominada "Cotmac insular" para obtener el visto bueno ambiental y una vez sea publicado durante 15 días, se puedan aprobar definitivamente el conjunto de las normas. El grupo de gobierno confía en que el órgano insular resuelva en un mes la declaración ambiental, aunque tiene un plazo de cuatro meses para hacerlo, un paso indispensable para que el proyecto básico del balneario pueda convertirse en un plan de ejecución. Para ser realistas, no parece que en 2019 se ponga la primera piedra. Será, con suerte, en 2020.