EL Ayuntamiento de Guía de Isora se engalana con la exposición de cometas y abanicos del pintor grancanario Pepe Dámaso, patrocinada por el Gobierno de Canarias.

El artista es un gran creador, como lo demuestran sus diferentes series, desde "La Rama", evocación de su Agaete natal, a la surreal "La muerte puso huevos en la herida", en donde se refiere a uno de sus temas favoritos, pasando por los "Héroes atlánticos", en el que canta a los caudillos de las siete islas que se opusieron a la conquista castellana; "Cuba"; "El niño arquero", homenaje a Tomás Morales; la dedicada al pintor portugués Pessoa y muchas más, aparte de su faceta abstracta, sus dibujos, grabados, azulejos y un largo etcétera.

Dos temas, cometas y abanicos, en los que el aire tiene un papel protagonista.

La cometa es una diversión de la que gustan los niños. Asimismo, las creaba el pintor desde hace varios años. Vemos en una foto al artista, de muy pocos años, llevando una cometa. Yo misma sabía fabricar cometas, que lanzaba al viento y que volaban altas; quizás se trate de la pasión del hombre por volar. Parece ser que los chinos fueron sus inventores y desde allí pasaron a Occidente.

Pepe las fabrica, en ocasiones, con tela metálica, papel, varillas y luego o las pinta o realiza un collage. Sus temas son muy diversos, pero ocupa un lugar preferente la muerte, ese elemento tan damasiano: una parca que no nos repugna porque es colorista y que, a veces, aparece riendo en una carcajada grotesca, pero también se inspira en plantas, como el filodendro, en las cabezas de sus héroes atlánticos, en el ojo surreal de largas pestañas del que brota una lágrima, en los peces, en las momias prehispánicas, a las que presenta envueltas en vendajes dentro de su ataúd (de nuevo el tema fúnebre), o en los "siurells" baleares, pitos de barro pintado que pueden entroncarse con el arte antiguo de estas islas mediterráneas.

Los abanicos representan la otra temática, también de orígenes chinos y japoneses que llegaron a Europa, siendo España y, por herencia, los pueblos hispanoaméricanos los lugares donde más se usan.

En ellos también aparecen los cráneos, solos o en grupo, alternando con flores; el desparecido Dedo de Dios agaetense, la jaula vacía, el pez, o temas abstractos del arte africano.

Así vuela la fantasía del pintor.*Académica correspondiente de Bellas Artes de San Fernando