Sebastián Lubary es uno de esos vecinos fundamentales en cualquier barrio. Siempre dispuesto a colaborar en las iniciativas colectivas, ha organizado desde encuentros deportivos en la plaza de Duggi a exposiciones fotográficas en la iglesia de María Auxiliadora. Pero donde ha destacado su labor ha sido en el llamado "gimnasio de Sebastián".

Lo que comenzó como una idea que parecía de complicado desarrollo ha ido tomando cuerpo. Las dos primeras señoras que de forma espontánea siguieron a nuestro protagonista en sus ejercicios diarios fueron pronto imitadas por decenas de vecinos.

Las dificultades, que las hubo y grandes, se superaron poco a poco y ya el grupo de personas mayores que cada mañana sigue a Sebastián, o Chano como lo llaman en el barrio, ha ido creciendo en número. Los escenarios de esta gimnasia particular y destinada a la tercera edad que suelen practicar aquellos que superan,. a veces con creces, los 65 años, son el pabellón Ana Bautista y la propia plaza central de Duggi.

Lubary, ya jubilado, está en plena forma y es diplomado en Educación Física. Su diseño de programa combina clases en el pabellón con la plaza, al aire libre, e incluye calentamiento, ejercicios preparatorios y aquellos que combinan piernas y brazos. Luego, la clave está en caminar y mover las articulaciones.

Sebastián siempre ha dejado muy claro que "no quiero cobrar cuota a estas personas, ya que a la mayoría, que recibe la pensión mínima, el sueldo apenas les da para comer".