Los herederos de la familia Rodríguez López, concretamente Conrado Rodríguez-López Braun, dijo ayer a EL DÍA que no quieren entrar en ninguna polémica y lo único que desean es "que se ejecute la sentencia del Tribunal Supremo y que se cumpla la justicia".

La sentencia del Tribunal Supremo (TS) a que hace referencia uno de los tres herederos de Rodríguez López fue dictada por la Sala de Lo Civil del TS en 2000 y el pasado mes se daba a conocer un auto dictado por el Juzgado de Primera Instancia de Santa Cruz de Tenerife, mediante el cual se insta al Ministerio de Defensa a que haga entrega del bien inmueble, sito en Hoya Fría, que fue donado exclusivamente para uso militar, cesión que data de 1937.

El Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz, pendiente de aprobación, contempla para la zona donde se ubica la finca objeto de litigio fines sanitarios, dotacionales y residenciales, así como para uso público, por lo que la "donación modal" que se realizó en su día habría perdido su carácter y, por lo tanto, se deben restituir los terrenos que en su día fueron donados al Estado para uso militar.

A todas luces, Defensa deberá reintegrar los terrenos ya sea en seis meses o más, ya que la sentencia del TS es firme y, además, el auto dictado el 6 de abril y notificado el día 14 solicita que se ejecute el fallo. La petición de reintegro, por parte del Ministerio de Defensa, de la finca 11627 inscrita en el registro de la propiedad de La Laguna a nombre de los familiares de Rodríguez López considera que el plazo estimado para el desalojo puede considerarse como insuficiente para desmantelar una base militar como es la de Hoya Fría y buscar una nueva ubicación, máxime teniendo en cuenta que en la misma se encuentra ubicado el Centro de Internamiento de Extranjeros.

Antonio González Casanova, uno de los abogados de la familia, aseguró que "lo prioritario es que se ejecute el fallo, el cual es claro y sencillo".