La situación del empresario Luis Gil, arrendatario del Parque Marítimo César Manrique de Santa Cruz, ha llegado hasta tal punto, a consecuencia de las dificultades por las que atraviesan las instalaciones, que ayer reconoció el hecho de que, en el caso de que se convoque un nuevo concurso para la adjudicación de este espacio de ocio, no concurriría, "ni a este ni a ningún otro, ni siquiera a invertir aquí, en Santa Cruz".

Sus relaciones con la Gerencia Municipal de Urbanismo, a la que lleva meses reclamando licencias para realizar eventos en el recinto, que según él permitirían generar ingresos para mantener abiertas estas dependencias, le llevan a la conclusión de que ya no quiere desarrollar actividades empresariales en la capital, y remarcó: "Que se encarguen los políticos de crear puestos de trabajo, que para eso les pagamos todos, pues si no son capaces de hacer que trabajen los funcionarios, que se vayan a sus casas".

El Parque Marítimo lleva dos meses cerrado, como consecuencia de una huelga de los trabajadores, quienes reclaman los salarios correspondientes a ese periodo. A pesar de que estas piscinas son un servicio público, el responsable de la empresa encargada de la explotación, es decir, Santa Cruz Park Tenerife, reconoce que no será tan fácil volver a abrir las puertas para ponerlo de nuevo en uso, pues Gil indicó que no hay disponibilidad de fondos para hacer frente a gastos como el de la luz, ya que, y según dijo, seguramente, la de la zona de máquinas la cortarán en breve por falta de pago.

En cuanto a la posibilidad de que los trabajadores puedan asumir la apertura de las instalaciones, para generar ingresos con los que recuperar sus salarios, el empresario vasco señaló que el problema es hacer frente a los pagos pendientes, y añadió: "Si desconvocan la huelga, haremos lo posible por abrir", pues de lo contrario, explicó, si no se llega a una solución, no cree que se pueda abrir en verano o en mucho tiempo.

Luis Gil indicó que "se puede perder la concesión por el impago de alquileres o sacar un nuevo concurso", aunque señaló que la anulación de la concesión por estar tres meses cerrado "es relativa, ya que hay una huelga de los trabajadores". Remarcó que lo que menos le importa es perder la concesión, porque el Parque está como está porque no les han querido dar los permisos, "y la responsabilidad es de Urbanismo". Como subarrendatario de las instalaciones, indicó que reclamará "a cada parte las responsabilidades que tiene".