Las obras de ejecución del proyecto realizado por Palerm & Tabares de Nava para la integración del barranco de Santos en la ciudad de Santa Cruz entra en su recta final. A falta de unos seis meses para la culminación de la vía de doble sentido que conectará la avenida de Bravo Murillo con la de Venezuela, son muchos otros los hitos constructivos que encierra un proyecto cuyas obras, con un presupuesto de 80 millones de euros, comenzaron hace nueve años.

Tras desechar ideas como que la nueva vía arterial se dedicase al trazado del tranvía o en exclusiva al transporte público, la nueva carretera (con un carril por sentido y una longitud de 2.350 metros) permitirá a todos los conductores trasladarse desde el centro de la ciudad hasta el barrio de La Salud Alto en poco más de tres minutos o en media hora si se opta por realizar el trayecto por los paseos peatonales que recorren los casi tres kilómetros de longitud que abarca la actuación.

Tres niveles.- Según detalla el arquitecto encargado del proyecto, Cecilio Hernández, la obra se estructura en tres niveles: nivel cauce, nivel vía y nivel ciudad. Cuando la obra esté totalmente culminada los tres niveles formarán un todo que se interconectarán a través de dos escaleras mecánicas situadas en el puente Serrador y en el de Los Asuncionistas y de diversas rampas y caminos peatonales. Curiosamente el número tres está muy ligado al proyecto porque la vía cruza tres veces sobre el barranco gracias a otros tantos viaductos pasando del margen izquierdo al derecho según sea necesario y tres son las esculturas que adornan sus márgenes: "Callao", de José Antonio Zárate, por debajo del pabellón Ana Bautista; "Tótem", de José Abad en el parque Viera y Clavijo, y "Vórtex" de Francisco Palomino junto al puente de Salamanca.

Edificaciones.- El proyecto se completa con una serie de servicios dotacionales a los márgenes del barranco. En el nivel cauce existe una zona deportiva debajo del pabellón de deportes Ana Bautista con canchas de fútbol sala, baloncesto y tenis y vestuarios. Frente a la zona deportiva se construye un centro de interpretación situado junto al futuro parque etnobotánico de 6.300 metros cuadrados de superficie. Además, se ha edificado la nueva sede de la asociación de vecinos El Monturrio y en la trasera del asilo de ancianos se ha construido una calle nueva que conecta con un edificio de usos múltiples.

Principales estructuras.- Ha habido que acometer un falso túnel en la calle López de Vicuña, en Duggi, un viaducto que cruza el barranco y el paso inferior de la avenida de La Asunción, o el puente de Salamanca, que permite conectar este barrio con la calle Luis de la Cruz. Además, se realizó la prolongación de la calle López de Vicuña hasta el puente Galcerán y, asimismo, la calle peatonal entre Santiago Cuadrado y la avenida de La Asunción en su margen izquierda; la prolongación de la calle Goya entre el puente de Salamanca y Pintor Rivera; la acera volada de la calle Goya; una plaza junto al puente Zurita con un acceso de rampa al puente; dos escaleras mecánicas para la interconexión vertical desde el barranco hasta las vías superiores y obras complementarias. Los viaductos están realizados con piezas prefabricadas por lo que no necesitan el apuntalamiento desde el cauce. Por último se han construido dos puentes nuevos: el puente Salamanca y el Meoqui.

Acabado.- Los materiales más usuales en la obra del barranco son la piedra natural, el acero inoxidable, el acero cortén y el hormigón. Las vallas perimetrales de la carretera disponen de luces tipo led que pueden cambiar de tonalidad o programarse para que luzcan de forma intermitente y existe un tipo de iluminación retroproyectada hacia el propio barranco para realzarlo. Además, existe una quinta fase de las obras, aún no adjudicada, que contempla la limpieza del cauce y trabajos de ajardinamiento. Por último, a lo largo de la vía se han dispuesto cuatro paradas de guagua para una futura línea de Titsa y se habilitará un ascensor frente a la plaza de La Concordia que conecte con el puente Galcerán.