Los vecinos que se concentraron ayer ante la puerta del Ayuntamiento de Santa Cruz para manifestarse en contra del Plan General de Ordenación (PGO) -mientras el pleno debatía su aprobación- no eran sólo los conocidos, sino que también se encontraban personas que viven en el centro de la capital y que denunciaban "corrupción".

El mejor ejemplo, un vecino de la capital que levantaba una pancarta con un lazo negro dedicado el PGO y que manifestó que ya estaba fichado por el ayuntamiento. Aseguró que su familia "es la más afectada del centro de Santa Cruz", concretamente, en la plaza de la Paz. El ayuntamiento "extorsiona" al pueblo de Santa Cruz, dijo. "Nos expropiaban una propiedad por 400 millones de las antiguas pesetas, pero teníamos que darles 200 millones por debajo de la mesa a cambio de recalificar el resto de nuestra propiedad para que pudiéramos hacer un hotel", dijo indignado. En su opinión, "estos políticos llevan demasiados años gobernando y deben pasar ya a la oposición, que sería lo más sano para este pueblo". Aseguró que ha presentado tres alegaciones, "pero cada vez me respondían con distintas afecciones".

Un grupo de jóvenes, hijos de dueños de casas en el barrio de El Toscal, en la calle San Martín, protestaban porque "peligran los ahorros de toda la vida" de sus padres.

Las pitadas, los silbidos y los gritos fueron constantes durante la concentración, que se mantuvo activa hasta pasadas las 16:00 horas. Entre los asistentes se podía ver a personas que siempre han estado criticando las actuaciones del gobierno de CC en Santa Cruz, como el abogado Felipe Campos, Néstor Padrón o José Manuel Corrales, pero no todos los asistentes "eran de esa cuerda", sino que con ellos protestaban otros vecinos del centro de la capital, como las hermanas Reig Ripoll.

Para el portavoz de la Coordinadora de Pueblos y Barrios, Andrés Pérez, que también es vicepresidente de la AAVV San Lázaro, "es inaudito que no hayamos podido entrar al pleno, después de pedir el permiso en la Subdelegación del Gobierno y de haber llegado a las 7 de la mañana, mientras que a los vecinos que apoyan a Zerolo los han dejado entrar, aunque no se sabe por qué puerta".

La realidad es que el despliegue policial de ayer sólo se había visto en la capital durante la alerta del "Delta" y de forma más dispersa, no concentrados en la manzana del ayuntamiento y en su interior.

El aforo del salón del Pleno, de 133 plazas, se llenó "de forma misteriosa". Algunos de los que estaban sentados entraron por algún lugar "secreto" y llenaron buena parte de los bancos. El resto de los mortales tuvieron que pasar un filtro de cuatro policías, pero sólo lograron plaza unas quince personas. Una vez que se llenó el aforo, ni siquiera el carné de prensa abría ninguna puerta, flanqueadas por la UIP.

Según Andrés Pérez, "los vecinos de un barrio del centro de Santa Cruz se enteraron hace tres días de que su presidenta había firmado a favor del plan y se sentían engañados al enterarse de que muchos estaban afectados".

Miguel Marrero, otro vecino de Santa Cruz, gritaba "en solidaridad con los afectados".

Por allí pasó Mauricio Hayec, que señaló que el ayuntamiento debería aplazar la aprobación del PGO por el clima de crispación vecinal. Aunque dijo que no estaba afectado, aprovechó para criticar el actual estado de la playa de Las Teresitas, "porque Santa Cruz no se merece quedarse sin el proyecto de Perrault".

También se encontraban representantes vecinales de La Laguna, como Pedro Delgado, que recalcó que los laguneros "están más informados que los de Santa Cruz". Detecto "desinformación" -dijo-, igual que vecinos de El Toscal, entre ellos, Aureliano Tejedor, que vive en Santa Rosalía en un cuarto piso y se acababa de enterar de que su casa queda "fuera de ordenación". Miguel Ángel Sanz, del mismo barrio, se expresó en términos similares.

El ambiente que reinaba en la calle se crispó con el resultado de la votación. Los primeros en salir y únicos en usar la puerta principal, dos miembros de Ciudadanos, casi se llevan un golpe. La gente gritó contra ellos hasta que una voz dijo que esos "eran inocentes". El alcalde y los demás concejales de CC, PP y CCN salieron por el garaje y escucharon calificativos peyorativos. Los vecinos se abalanzaron sobre el coche de Ángel Llanos y Maribel Oñate y una puerta resultó abollada. Fue el mismo vehículo que aplastó el pie del jefe de la UIP, que tuvo que ser atendido en la Clínica Parque.