Los músicos brasileños André Schmidt y Jair Rezende se han unido al percusionista Unai Cañada para iniciar en Tenerife un proyecto social y cultural basado en la samba, que traerá "un ritmo endiablado" al carnaval de 2011 y que, a su juicio, también será un referente para los jóvenes de Candeal.

Así lo indican en una entrevista Unai Cañada, promotor y director del proyecto "Bloko del valle"; André Schmidt, de Quizomba en Río de Janeiro, y Jair Rezende de Lactomía (Candeal), en Salvador de Bahía, que han "hermanado" sus ritmos para crear el "bloco escola do samba" de Tenerife.

Unai Cañada precisa que un bloco es similar a una batucada: un grupo de entre 200 y 300 personas que se reúnen para tocar "y una camiseta es suficiente como seña de identidad. Tienen pocos medios y aunque preparan el carnaval, no es su meta".

La escola do samba es como una comparsa enfocada hacia el carnaval, se compone de entre 2.000 y 3.000 personas, suele tener más medios y preparan vestuario, carrozas y coreografía.

Jair Rezende dirige Lactomía en Candeal, un bloco africano de 250 integrantes que hacen samba reagee y André Schmidt se encarga en Quizomba de un "bloco da rua", donde dirige a 150 personas y su ritmo es samba enredo.

En Tenerife pretenden fusionar la filosofía de ambos con la escola do samba "pensando en nuestro carnaval".

Rezende puntualiza que en Candeal además de la música promueve proyectos sociales con los jóvenes de la agrupación.

"El paso de Fernando Trueba y su película "El milagro de Candeal" nos ha ayudado mucho y puede que este proyecto en Tenerife sea para muchos de nuestros chicos un referente", ya que tocar un instrumento puede ser un medio de vida, pero además "hay que hacerlo bien, en un grupo y con unas normas", pues supone "enseñar una forma de vida, compañerismo y apoyo", detalla.

André Schmidt trabajó durante tres años con los jóvenes de la favelas de Rio de Janeiro en una etapa "intensa y gratificante", y ahora en Quizomba trabaja todo el año con vistas al carnaval "como mucha gente" en Tenerife.

Define su trabajo como "una labor dura" porque tiene que organizar a 300 personas para que cuando haga la llamada "todos sonemos como un solo instrumento. El diálogo de quien dirige con quienes tocan tiene que ser como hablar con un amigo y salir a recorrer la calle".

Unai Cañada reconoce que tras contactar en Brasil con André Schmidt y Jair Rezende la propuesta de que vinieran a Tenerife a inaugurar el "Bloko del Valle" les pareció "primero extraña y después, un reto".

"Pero vinieron, inauguraron y dieron los primeros talleres que serán la base de nuestro proyecto: un bloco escola do samba", y André Schmidt se confiesa "sorprendido" por la base rítmica de los grupos que ha conocido en Canarias "y las ganas e ilusión que le ponen".

"También aquí hay mucha gente que entiende que la percusión no tiene fronteras, es un idioma y casi una filosofía de vida", apunta.

Jair Rezende ha viajado a Tenerife por cuarta vez y conocía un poco el ambiente musical de la isla, pero el contacto personal que ha tenido estos días le hace pensar "que no somos diferentes. Hay mucha fuerza y ritmo y ver el interés que despierta la samba me llena de orgullo".

Para André Schmidt el resultado de este periodo "intensivo" se verá en los carnavales de 2011 en los que, si los músicos responden como estos días, pueden ser el arranque "de algo grande, un punto y aparte".

Si a las 80 personas que han asistido a los talleres se le empiezan a sumar otras, no sería difícil conseguir un bloco de unos 300 componentes, apunta Jair Rezende, quien asegura que volverán a la isla "para ir puliendo cosas".

"Los componentes del Bloko del Valle tienen ya las herramientas para ir trabajando sin nosotros e ir preparando una formación de la que se va a hablar mucho", señala el músico brasileño, quien se muestra "sorprendido e ilusionado" con la acogida que este proyecto tiene en el blog, con más de 3.200 visitas en 15 días.

Jair y André comparten con Unai la ilusión de que su proyecto en Tenerife "sea el comienzo de algo muy grande" y sentar las bases de un proyecto socio-cultural que "va a beneficiar a todos, mucho más que tocar un rato con unos amigos. Aquí sentimos una fuerza latente que va a dar alguna sorpresa".

Además de los cursos de percusión habrá talleres de vientos, danza y clown y una "escuelita" para niños de 5 a 12 años.

Unai Cañada quiere organizar dos visitas cada año, también de los músicos canarios a Brasil, y todos califican la experiencia de "hermanamiento con la percusión como idioma".

"Ahí no hay religiones, política, edades, clases sociales. Somos un grupo multirracial, multicultural y multinacional con una ilusión común: la música, el espectáculo, la percusión", afirman.