Hace algunos meses que todo el perímetro de la Torre II de Cabo Llanos está vallado, una medida de precaución que, según los responsables de este coloso en plena zona de expansión, pretende proteger a los transeúntes ante nuevos desprendimientos de placas de piedra de la fachada de un edifico anexo. Los vecinos de esta zona consideran que, "si se trata de obras para asegurar esos desprendimientos y evitar el peligro, bienvenido sea", y añaden desde la asociación Nuevo Cabo Llanos, que "lo importante es que se actúe para evitar mayores riesgos".

Todo comenzó cuando se desprendió una placa de piedra del edificio próximo, no así de la torre, cuya fachada está confeccionada con láminas de aluminio. Un experto indicó que "es frecuente que en este tipo de forrados en piedra se desprendan algunos de sus elementos, por lo que, de manera preventiva, -añadió-, se ha decidido vallar la Torre II hasta comprobar que todas las placas de piedra estén en las debidas condiciones en toda la fachada".

A diferencia de la Torre I, donde los fuertes vientos de la tormenta tropical "Delta" desprendieron algunos elementos de su fachada, en la nueva construcción no se han producido daños ni en ese momento ni en temporales posteriores.

Esta estructura de 35 pisos de altura, gemela de la Torre I, pero con grandes diferencias en lo que se refiere a su acabado interior y distribución, finalizó su construcción hace ahora más de un año y medio, coincidiendo con el inicio de la crisis económica. No obstante, a lo largo de este tiempo ha recibido muchas visitas de personas interesadas en conocerla por dentro, mediante una campaña de puertas abiertas que no ha podido evitar la lentitud que padece en su conjunto el sector inmobiliario.

Este macroedificio tiene 301 viviendas, de las que aún quedan algunas por vender y otras que se ofertan para alquiler bajo el reclamo de estar ubicadas en una zona exclusiva. La oferta abarca pisos de 1, 2 y 3 dormitorios, y cuyos precios oscilan entre los 155.000 euros, para las viviendas de una sola habitación, donde la empresa Candesa destaca que "están elaborados con materiales de primera calidad y completamente equipados", mientras que los pisos de 2 habitaciones se valoran a partir de los 226.000 y los de 3, a partir de 330.00 euros. El importe también depende de la ubicación y la altura que ocupen en la torre, ya que son un poco más caros aquellos cuyas vistas están orientadas hacia la zona del auditorio y el Parque Marítimo.

No obstante, en las últimas fechas están predominando los inversionistas, sobre todo aquellos que están interesados en las viviendas más pequeñas.

Sin embargo, a este edificio le ha pesado la imagen que ha predominado cuando se empezó a vender en la Torre I, con una oferta de viviendas de alto standing y exclusivas, conforme a sus equipamientos. Ambos edificios son muy diferentes, pues su parecido sólo afecta a la estructura externa, ya que según comentan responsables de la promotora, "en el interior, tanto por los materiales, como la división de cada una de las viviendas, el aspecto es totalmente distinto".

Los casi 120 metros de altura de la Torre II la convierten en la edificación más alta de la ciudad, donde se reparten 35 pisos que le confieren una figura imponente y visible desde todos los puntos. Sin embargo, cuanto más de cerca se observa, más dimensión cobran sus dificultades, muchas de ellas derivadas de su entorno, que no evoluciona conforme al papel de expansión que se le suponía.