Cuando parece que las obras de rehabilitación de la primera fase de las viviendas de Santa María del Mar avanzan conforme a la satisfacción de los vecinos de los primeros bloques beneficiados, también en el barrio hay quien no ve un futuro muy despejado para otro sector del vecindario, que aseguran "no puede hacer frente al coste individual de cada domicilio a mejorar".

Desde la asociación de vecinos Ciudad Satélite explican que "muchas personas han expresado su descontento con el desarrollo de las obras", mientras que otras, debido a las demoras sufridas, "dicen que ya no tienen dinero para afrontar la rehabilitación".

El presidente de una de las comunidades de propietarios donde los trabajos de rehabilitación ya están bastante avanzados, y donde con carácter general "hay un buen grado de satisfacción", advierte, no obstante, de que "es probable que en el barrio no se pueda completar la rehabilitación", pues dice que "para terminar la primera fase, que tiene comprometidas 56 viviendas de un total de 120, más otros dos bloques (el 11 y el 37), "aún faltan tres más, que suponen un riesgo de que se devuelva ese dinero y no continúe el proyecto de la segunda fase". Además, desde la asociación de vecinos de Santa María del Mar reclaman que "el importe de la rehabilitación de cada bloque se ajuste a cada necesidad, de manera que las cifras no sean comunes sino acordes al nivel de gravedad en los desperfectos a subsanar".

Desde el colectivo de Ciudad Satélite afirman que, "hoy por hoy, nos tememos que la rehabilitación va a estar muy complicada, puesto que hay muchas dificultades económicas en el barrio y la mayor parte de la gente no cuenta con la ayuda de los bancos". En este sentido, cuando son cuestionados por el apoyo de los Servicios Sociales, explican que "desde Viviendas Municipales se nos ha dicho que con la situación de crisis actual ya no se pueden entregar".

Sin recursos

Además, creen que "los 51 bloques de la urbanización y sus más de 500 viviendas no se van a mejorar porque no hay recursos para hacer frente a los 1.125 euros que forman parte del 10% del proyecto que debe abonar cada vecino". Al respecto, también explican que "muchas de las personas que ya hicieron frente a esta participación hace unos años ahora están reclamando rescatar su aportación porque la situación de las familias ha empeorado".

El presidente de esta asociación augura que la finalización de esta rehabilitación "se prolongará en el tiempo", contribuyendo a un mayor deterioro de los bloques, pues estima que "alrededor de un 60% de la población de este barrio carece de recursos, pues hay mucha gente en paro y ya no cobra nada o apenas perciben 500 euros. A estas personas no se les puede presionar para que asuman el 10% de la rehabilitación". Por ello, dicen desde la asociación que "si la mayor necesidad es un pintado, que se acometa y que en cada bloque se asuma la ejecución de sus carencias".

Falo, uno de los vecinos de los bloques que aún no han decidido dar su visto bueno a la rehabilitación, remarcó que "me parece injusto que gente que cobra 400 euros de pensión o estén en paro tengan que asumir este gasto. Por muchas ayudas que den -añadió-, se hay que pagar 30 euros al mes fraccionados, restando la luz, el agua y la comunidad, con qué va a comer una familia". Reclamó que "si el vecino paga el 10%, lo lógico sería que se hiciera un estudio bloque por bloque, pues unos necesitarán más inversiones y otros menos", y a su juicio "esta rehabilitación sólo se está haciendo con el 40% que aporta el Ministerio de Vivienda".

Desde el colectivo vecinal se les reclama a los responsables públicos que "sean realistas con este barrio", y les aconsejan que "observen los expedientes que reclaman alimentos que se reflejan en la zona para darse cuenta de que, hoy por hoy, es imposible asumir este tipo de gastos".